¿Cuánto sabes de quesos? Estos datos te convertirán en experto
El queso es un producto tan democratizado que todos nos atrevemos a opinar, pero ¿cuánto sabemos realmente de este lácteo? Desde Quesos de Suiza nos dan unos consejos para pasar de nivel consumidor a experto.
En nuestro empeño por descubrirte el mundo quesero en profundidad, hemos investigado cómo se hace el queso o cuáles son los maridajes perfectos. Ahora, abrimos un nuevo capítulo para que descubras cuál es tu nivel actual. Todos consumimos quesos prácticamente a diario, de una forma u otra, pero ¿sabemos cómo diferenciar los diferentes tipos? ¿cómo deberíamos conservar los quesos? ¿se puede consumir la corteza? Hoy contestamos a estas y otras preguntas.
Para disfrutar de los quesos en todo su esplendor, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones, que van desde la compra hasta su conservación o consumo. Podríamos resumirlo en diez consejos prácticos con los que disfrutar un buen queso. Con esta guía que nos brindan desde Quesos de Suiza, famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran, elevaremos tus conocimientos. ¡Prepárate para la cata!
10 claves para disfrutar de los quesos en todo su esplendor
- Fíjate en las etiquetas: A la hora de decidirte por la compra de un queso, has de saber que cada uno de ellos contiene información relevante en su etiqueta, entre la que destaca el tipo de queso que puede ser: duro como Emmentaler AOP o semiduro como Tête de Moine AOP. También el cuajo, el tipo de curación o la época de consumo.
- No los mezcles: Para garantizar su conservación, evita el contacto entre quesos o de estos con otros alimentos.
- El envoltorio adecuado: Para que los quesos preserven en un estado óptimo, envuélvelos con papel parafinado, papel de horno o un paño de algodón, seco y limpio.
- Conservación en ambientes secos y calientes: guarda el queso en un recipiente de plástico cerrado (no hermético) en la nevera.
- Conservación en lugares frescos: En un clima de 1 a 15ºC los quesos se pueden conservar cubiertos fuera de la nevera.
- Fecha de caducidad: Consúmelo preferentemente, entre 4 y 5 días después de la fecha de compra.
- Temperatura de consumo: Para poder disfrutar de un queso, especialmente los suizos, con todas sus características organolépticas, conviene que esté a temperatura ambiente, entre 18º y 23ºC. Se aconseja sacarlo de la nevera una o dos horas antes de su consumo, a excepción que quesos como el Tête de Moine AOP, que debe consumirse recién sacado del frigorífico. Si están envueltos con papel o plástico, se recomienda retirar el envoltorio para que el queso pueda respirar.
- El corte adecuado: No todos los quesos se cortan igual. Desde Quesos de Suiza son recomiendan cuñas para ejemplares como el Appenzeller y en otros como Tête de Moine AOP lo suyo es rasparlo con la girolle para extraer la flor de queso.
- La corteza: Depende del tipo de queso, la corteza se puede comer no. En algunos casos incluso podemos cocinar con ella.
- La tabla de quesos perfecta: Para sorprender con una selección lo ideal es contar con entre 3 y 5 variedades distintas. Lo mejor es que cada uno tenga propiedades y características diferentes. Además, se recomienda añadir embutido, frutas, vegetales, ingredientes crujientes, untables y decoración, como hierbas, flores o flor de sal y, por supuesto, pan, imprescindible como parte de la experiencia.
¿Qué sabores y aromas podemos encontrar en los quesos?
Si además de servir una tabla de quesos en perfecto estado, quieres convertirte en un verdadero experto en la cata de quesos, toma nota. Desde el organismo suizo también han elaborado una rueda de sabores y aromas que podemos vincular a los quesos. Determinan que existen ocho familias principales en cuanto a los aromas y dentro de ellas, diferentes subgrupos. Sorprenderás a tus invitados en las noches de cheese and wine.
Estos son los diferentes aromas y sabores que se pueden encontrar en los quesos:
- Leche: Es uno de los aromas más evidentes, sobre todo en los suizos, ya que es el componente principal de los quesos. Lácteos frescos, calentados, agriados o corteza de queso son los principales aromas. Por ello, no es raro que aparezcan olores a leche, mantequilla fresca o yogur.
- Vegetales: Si eres capaz de captar aromas generales como césped, vegetales hervidos, ajo y leña, seguro que también reconocerás aromas de patata, coliflor, apio, ajo, cebolla o heno.
- Flores: Quesos como Le Gruyère AOP, Emmentaler AOP o Tête de Moine AOP huelen a miel y flores. Quizá te recuerden a miel de flores, rosa o violeta. En el caso de los quesos suizos, esto tiene que ver con que sus vacas pasten en libertad y se alimenten únicamente de hierba y heno.
- Fruta: No estarás equivocado si al catar un queso te vienen reminiscencias de semillas secas, frutas cítricas y exóticas o con hueso o pepitas. Avellana, nuez, castaña, almendra pelada, naranja, limón, plátano, piña, manzana o aceite de oliva son algunos ejemplos.
- Marrón: Aunque oler a un color puede parecer raro, en esta categoría se incluyen caramelo, vainilla, semillas tostadas, otros tostados y aquello que recuerde a algo quemado. Esto se traduce en ahumados, pan tostado, almendra tostada, avellana tostada, caramelo, toffee o vainilla.
- Animal: Son esos que te transportan a carne, a cuajo o a vaquero, y, en concreto, a cuero, sudor, estiércol o caldo de carne.
- Picante: Especias como la menta, la pimienta, la nuez moscada o el clavo pueden venir también a tus sentidos catando quesos.
- Otros: Hay ciertos olores como sopa, goma o moho que también desprenden algunos quesos. Si eres capaz de captarlos, ya serás todo un especialista.