Nacho Manzano es uno de los grandes cocineros españoles. Su menú Territorio marca una nueva cota en la excelencia de la cocina de Casa Marcial. Sin duda, esta ha sido una de las grandes comidas del año. A partir de octubre cerrará hasta bien entrada la primavera, es el momento de acerarse a Asturias y disfrutar.
Inauguarado en Santiago de Compostela en mayo de 2016, apuesta por una cocina sencilla pero precisa, elaborada con producto autóctono muy bien seleccionado.
El bosque mediterráneo es la despensa natural de este singular restaurante donde Iolanda Bustos muestra una forma de cocinar auténtica ligada al conocimiento del entorno, la tradición familiar y la sensibilidad personal.
En medio de los prados verdes de Cantabria, Nacho Solana ofrece una cocina convincente elaborada con materias primas de gran calidad y productos de cercanía. Una lección de esfuerzo y tesón familiar que se ha visto recompensada.
Tiene clima de fiesta en continuado. Barra a la entrada donde distraer la espera con un cóctel, cocina a la vista de la que salen platos para compartir, música klezmer y aires neoyorkinos. Mishiguene ocupa un espacio que estaba libre en Buenos Aires: el de la cocina judía contemporánea.
En un precioso caserío del siglo XVII, Hilario Arbelaitz, arropado por su familia, pone a punto platos de alta cocina, porte clásico y alma vasca. Alejados de cualquier interferencia, parecen suspendidos en el tiempo, inmóviles, eternos. Pocas sorpresas: el comensal encuentra en Zuberoa aquello por lo que lo busca.
Un espacio refinado y evocador en el que el cocinero Jesús Sánchez, Marian Martínez Pereda y su equipo seducen al comensal con un trato exquisito y una cocina cercana salpicada de bocados chispeantes, que tiene el Cantábrico como referencia.
Antonio López apuesta en Tellus por platos modernos, bien presentados, en la que se reconocen los sabores cordobeses, pero que no se cierra a otras cocinas.
En un local poco atractivo, de la localidad castellonense de Benicarló, Raúl Resino -Cocinero del Año 2016- apuesta por la creatividad bien entendida, la materia prima de calidad y los precios contenidos. Ingredientes que le aseguran el éxito.
En la elegante cocina de Esther Manzano los pescados salvajes brillan con luz propia, arropados por nítidos sabores asturianos. El restaurante es un espacio armonioso que invita al disfrute. Equilibrio y sosiego, son la clave.