El cocinero Vicente Patiño recupera en este local informal y encantador platos de la cocina tradicional valenciana, a los que hace algunos guiños modernos y los complementa con una selecionada oferta de productos de la costa levantina: ostras, gambas, cigalas, etc. Un restaurante de alma mediterránea con cocina gustosa y sencilla, que se puede frecuentar tanto como se quiera porque los precios lo permiten.
Un innovador modelo de negocio inspirado en las tabernas de Tokio, que reinventa las brochetas japonesas cocinadas a la parrilla (yakitori) añadiéndoles ingredientes españoles y mucha imaginación.
Cocina moderadamente creativa en el centro de Marbella. Productos del entorno y buena selección de vinos. Una dirección a tener en cuenta en Andalucía.
Dos menús de paso, una carta larga de entradas, una corta de fuertes y los postres, son las nuevas presentaciones de la cocina colombiana moderna de la chef Leonor Espinosa.
Cuando la sencillez se convierte en la principal arma de seducción de un cocinero que se divierte con lo que hace, surge una gran cocina.
La gracia de la propuesta y los precios amables son la clave del éxito. Una atrevida mezcla: cocina nikkei (peruana-japonesa) con guiños a los productos y la tradición asturiana.
En estos fogones de O’Grove se está cociendo la nueva cocina gallega. Hábil uso de los productos del entorno y mucha sensibilidad son los ingredientes del cocinero Javier Olleros. ¡Una dirección imprescindible!
Picsa, bajo el sello de Pablo Giudice y Mariano Gargiulo de Sudestada y personalidad propia en Madrid
María Marte es una Cenicienta de chaquetilla y delantal. Su historia, un cuento con final feliz. Cambió el estropajo y el detergente por la espumadera y el sifón. Hoy dirige la cocina de Club Allard, un dos estrellas Michelin.
Cocina de proximidad, comprometida y sincera. Un ejemplo de constancia y coherencia culinaria en la Sierra de Guadarrama.