Un restaurante temático en el que todo gira en torno al hojaldre.
La cocina de David Muñoz no se parece a ninguna otra y transita por caminos inéditos. Ha creado un mundo propio en el que aromas dispares encuentran la armonía. Cocina al servicio del sabor y sólo del sabor.
Hay restaurantes que nacen con un objetivo claro. De antemano, sus promotores saben perfectamente a quién quieren llegar. Son negocios que surgen para cubrir un espacio, una necesidad, un nicho de mercado…
Fusión con sentido. Esta “casa de comidas” (como reza su nombre), funciona notablemente con una desenfadada oferta de cocina fusión, con influencias de Latinoamérica y Asia, de ahí el nombre combinado de” Latasia”. En concreto, juega con sabores de Perú y de diferentes partes de Asia: India, Filipinas, Japón, China, Tailandia o Singapur, integrados en muchos casos con la cocina española, casi siempre de forma acertada. Así podemos encontrar, unos callos a la madrileña con curry rojo tailandés, un tiradito peruano de zamburiñas gallegas, un ramen japonés de cocido madrileño o unas gyozas de morcilla de Burgos.
Uno de los referentes para comer bien en Madrid. Producto de temporada escogido, cocina inmediata, elaboraciones artesanas y todo el conocimiento de un refinado gourmet: Juanjo López Bedmar.
Ni el empaque de su sala, ejercitada en la alta escuela clásica, ni el peso de su historia han sido obstáculo para el feliz rejuvenecimiento de la cocina de Oscar Velasco. Un lifting a tiempo -favorecido desde la dirección del grupo NH- que asegura la permanencia de Santceloni entre la élite de los elegidos.
La planta baja es un gastrobar donde probar estupendos jamones, magníficas croquetas, conservas… y comer por 25€. En el primer piso, el restaurante ofrece un espacio elegante con una de las cocinas más sólidas y atractivas de la ciudad, arropada por un buen servicio.
Es la novedad de Madrid en esta primavera 2015. Gente guapa, mucho ambiente, gran música y ¡sorpresa! Buena comida firmada por Nino Redruello
Acaba de abrir y no tiene menú degustación. Un comedor íntimo, recoleto, encantador… Cocina de irrenunciable base francesa rejuvenecida a golpes de inspiración española. Producto bien elegido y mejor tratado. Y como guinda un equipo de sala discreto y bien dispuesto.
Bosco de Lobos es un restaurante para aquellos que le gusta más ir a cenar por el ambiente que por la gastronomía.