Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

Publicado 27/02/2013

VALORACIÓN 7/10

Apicius es el resultado de las ilusiones de la joven pareja que lo regenta.

En funciones de cocinero Enrique Medina, al que avala un largo currículo. En colaboración estrecha la alemana Ivonne Arcidiacono, experta en gestión de grandes hoteles. Medina intenta seguir ritmo de las estaciones y consumir productos de temporada.

En invierno dedica especial atención a la trufa negra o a los calçots con salsa romesco; en primavera a los espárragos y setas de la época. Avanzado el verano a las sopas frías y a la trufa del estío y con el otoño vuelve a incidir en los platos de caza. Otro factor encomiable es la sensatez de sus precios.

Platos reconfortantes de proyección mediterránea. Sorprende por su armonía el taco marinado de bonito de la costa con espuma de escabeche de perdiz, polvo helado de borraja y cebollino picado.

Y dan la talla con creces los dos tipos de croquetas, de bacalao y de carne del puchero. Sugerencias para compartir que se engloban en la carta bajo el epígrafe “Como en Casa”: jamón ibérico, queso manchego, foie-gras de media cocción con brioche o una gran escalibada, cuyas verduras se espolvorean con serrín de turrón. También atascaburras en versión siglo XXI, al que cabe reprochar escaso sabor a bacalao.

Muy logrado el arroz marinero y punto acertado del dentón con picada de verduras y crema de calabaza a la naranja. Por el contrario, decepciona el lomo de liebre a la col roja, que casi  resulta insípida. Sus postres no bajan la guardia.

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