Restaurante Estimar Madrid
La llegada de Rafa Zafra y Ana Gotanegra a Madrid se ha convertido en un pequeño acontecimiento gastronómico. Estimar es la nueva marisquería del siglo XXI
DIRECCIÓN: Marques de Cubas, 18 Madrid (COMUNIDAD DE MADRID) .ESPAÑA
CONTACTO: 34 914 29 20 52 https://www.restaurante-estimar.com/
La apuesta del equipo de Estimar por el pescado y el marisco de calidad ha conectado de pleno con el alma ictiófaga de los madrileños, siempre predispuestos a disfrutar del producto y acostumbrados a pagar por él. Sobre todo si se toca poco en cocina y llega a la mesa puro, desnudo, verdadero.
En este restaurante con alma de taberna, que toma el testigo de las gloriosas marisquerías madrileñas se puede comer por 60 euros o por 600. El límite lo pone el comensal. Y metidos en fiesta, vamos a por todas ¿no? Que no falte de nada.
Nada en la cámara
A dos pasos del Congreso de los Diputados, paredes descarnadas, mesas de madera y fotos de peces. Cuando uno se acerca a la cocina, integrada en el comedor, el local adquiere tintes de pescadería: el género bien expuesto entre el hielo para que el comensal pueda ver cómo se van agotando las existencias conforme avanza la cena. Varias balanzas para pesar las piezas, buenas campanas extractoras -que nadie salga oliendo a fritura- y ni una cámara. “Recibimos pescado a diario y lo gastamos. Las cámaras son solo para conservarlo entre servicio y servicio, de noche se quedan vacías”, presume Zafra.
Entre elBulli y la pescadería
Cuatro años en Barcelona avalan el modelo de negocio de este cocinero sevillano -siempre jovial y cariñoso- que ha sido parte del equipo de cocina de elBulli. Estuvo al frente de la mítica Hacienda Benazuza (experimento hotelero de Ferran Adrià en Sanlúcar la Mayor). Y en los últimos años ha dirigido las cocinas de Heart en Ibiza durante la temporada estival mientras lo compaginaba con la dirección de su propio restaurante barcelonés. Ana Gotanegra, su mujer y socia, es pieza clave en negocio. Ahora se ha trasladado con él a Madrid para arrancar el nuevo Estimar. «La llegada a Madrid es muy importante para nosotros, todo ha de salir perfecto. Quiero estar aquí para que todo sea como queremos», dice Ana.
La familia de Ana, pescadores y pescaderos de Rosas (Peixos Gotanegra) son quienes les proveen del excelente producto que ofrecen. Ver el mostrador repleto es una maravilla. El ochenta por ciento son especies mediterráneas y el 20 atlánticas, que llegan de otros proveedores. Pargos, cabrachos, erizos, calamares, San Pedros, lubinas, gambas rojas, salmonetes, espardeñas, ostras, navajas, boquerones… ¡Ay los boquerones!
El poder del conocimiento
Uno de los méritos de Zafra es aplicar a la cocina del pescado todo el conocimiento culinario acumulado durante sus años de carrera. Es capaz de tocar con acierto todos los palos: fritura, brasa, guiso, salazón, salteado, vapor, cocción, plancha… Nada aquí es casual. Cada una de las especies ha sido estudiada a conciencia antes de decidir cómo prepararla.
De la observación y el análisis han surgido los que probablemente sean los mejores boquerones en vinagre que jamás se hayan preparado. Desmarcandose del estilo canalla de los bares madrileños, pero sin renunciar a su esencia, Zafra los marina en vinagre solo unos minutos, abiertos por la mitad y sin espina, pero sin separar los lomos. La carne queda tersa, jugosa, casi cruda en el centro, con la acidez bien medida, un prodigio de delicadeza. Aunque no faltará quien diga que se apartan de la norma, más que apartarse, la superan. Lo que conviene controlar es la cantidad de aceite con que se sirven: mucho es innecesario.
Fritura, guiso y parrilla: eso es Estimar
El mismo método de análisis se aplica a la fritura. Las piezas grandes se fríen por partes para dar a cada una el punto justo. “El grosor de los lomos de un salmonete no es el mismo en el centro que en la cola. La cabeza tampoco se comporta igual. Friendolos de este modo podemos aspirar a la perfección en cada uno de los tramos” explica. Idéntico método se emplea con el gallopedro o pez San Pedro.
Plancha, parrilla y fritura se emplean tanto para pescados como para mariscos, logrando buenos resultados con las tres técnicas. También hay guisitos y cocciones rápidas como la de las almejas en salsa marinera, realmente espléndidas.
En la fritura destacan los chipironcitos que se sirven con la salsa de tinta y las ortiguillas, puro bocado de mar, frescas y jugosas. Si los boquerones abiertos al limón llegan ligeramente secos debido a una ligera sobrefritura, los loritos -galanes o raons- salen perfectos, fritos sin harina.
Trilogía de gambas rojas de Rosas
Con la gamba roja de Rosas se puede realizar una interesante cata al probarla hervida y fría, al vapor tibia y a la plancha caliente. En mi opinión es al vapor como mejor resultan, ya que la temperatura pronuncia el dulzor. La plancha iguala calidades y el frío perjudica la degustación.
Merece la pena probar las anchoas en salazón. Es opulento el plato de “coquillage” por usar el término francés, que combina berberechos, navajas, ostras, almejas, y un salpicón de mariscos al que se añade una cucharada de caviar, producto que también se ofrece al peso y que se puede incorporar a cuantos platos elija el comensal. Y no hay que perder de vista los sugerentes aliños con los que se aderezan las navajas o los mejillones de roca, perfecto entrante para compartir
El carpaccio de cigala con crema de cebolla es un homenaje a elBulli y está realmente rico. Es curioso ver lo bien que armonizan estos dos productos dulces.
Vinos para acompañar al mar
De la bodega de Estimar se ocupa Juanma Galán, otro andaluz. Un profesional de reconocida trayectoria en Madrid (Ramón Freixa, Numa Pompilio) que sabe muy bien qué vinos manejar con los pescados y que no cierra la puerta a otras armonías como las que surgen con las cervezas. El equipo de sala de Estimar lo dirigen al alimón Galán y Gotanegra. Un grupo joven de personas atentas y educadas, que va cogiendo ritmo. A medida que pasan las semanas son cada vez más capaces de atender con desahogo a los 35-40 comensales que puede albergar la sala. «No podemos cocinar para más personas. Lo hacemos todo al momento, nuestra cocina es inmediata, sin trampa ni cartón, necesitamos tiempo, no podemos cocinar deprisa y corriendo, todo tiene sus protocoles», dice Zafra.
De postre, el flan de huevo es uno de los mejores de la ciudad, elaborado con huevos camperos y nata, es cremoso, denso, con el dulce justo, adictivo. La tarta de queso, sin embargo convence pero sin entusiasmar. Las torrijas, remojadas en leche se acompañan con crema inglesa.
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INSTALACIONES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 7 |
Sala | 7 |
Aseos | 7 |
Bodega | 7 |
SERVICIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Servicio sala | 7 |
Servicio vinos | 7.5 |
EQUIPAMIENTO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 6.5 |
Lencería | 6 |
Vajilla | 6.5 |
Copas | 7 |
COCINA | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 8.5 |
Cocina | |
Grado de innovación | 7.5 |
Presentación | 6 |
Pastelería | 6 |
Equilibrio en los platos | 6 |
Calidad materia prima | 9 |
Valoración dietética | 9 |
COMPLEMENTOS | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | |
Café | 6.5 |
Pan | 7 |
Aceite | 7 |
Infusiones | 6 |
BODEGA | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 7.5 |
Licores | |
Relación calidad/precio | Buena |
ELEMENTOS AMBIENTALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 7 |
Ambiente | 7.5 |
Decoración | 7.5 |
Zona de copas | |
Ruido | 5.5 |
Iluminación | 6 |
Espacio | 5.5 |
Confort | 7 |
PRECIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Relación calidad/precio | Buena |
Relación precio/placer | Muy buena |
GENERALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Puntuación total | 8 |
No solo hay que serlo, también hay que parecerlo. He visto un video ed Rafa Zafra en Gastronomika 2020, sobre la preparación de unas lubinas. Me gustaría ver como esos tres barbudos, dan sus masterclass con gorro mascarilla, ya que hacen gala de unas barbas de las que también se caen pelos. Incluso en esta página aparecen igual. Nos matamos en enseñar a nuestros alumnos, que la higiene en la cocina es tán importante como la finura o la creatividad. El gusto por la excelencia y por hacer las cosa bien, se pierde a la mínima de cambio. Como echo de menos la pañoleta de mi abuela en los fogones. Más orden señores, y menos relax.