Restaurante Juan Carlos Ferrando (Logroño)
Cocina confortable que no necesita manual de instrucciones. Platos sabrosos para comer todos los días y disfrutar en un ambiente tan elegante como la cocina, no exento de guiños de humor.
DIRECCIÓN: María Teresa Gil de Gárate, 7 Logroño (LA RIOJA) .ESPAÑA
CONTACTO: +34 941 21 47 95 https://www.juancarlosferrando.com
En mitad de la calle, pasa desapercibido. Nada hace sospechar que tras esa fachada de club de rock se esconde el restaurante Juan Carlos Ferrando, un espacio elegante con muchos guiños de humor.
Lleva el nombre del propietario y cocinero. Un argentino afincado en España, que primero se enamoró del País Vasco y después de una riojana con la que hoy comparte el día a día del restaurante. O tal vez fue al revés. Lo que importa es que Euskadi y La Rioja han dejado en él su impronta a través de la cocina.
Alta cocina popular
Formado en la alta cocina clásica en su Buenos Aires natal, conectar con lo tradicional no le supone esfuerzo, al contrario. Para disfrutar de sus platos sabrosos y apacibles no se necesita manual de instrucciones, los camareros no tienen la necesidad de interrumpir constantemente para dar explicaciones, todo resulta -por suerte- bastante obvio: las alubias, son alubias; la morcilla, morcilla y los pimientos, pimientos. Sin más. Y cada cual los come como más le apetece ¡Qué descanso!
Sin embargo, la grasa está medida y los tiempos también. Las buenas prácticas, aprendidas en unas cuantas casas en las que se come bien, afloran. En su currículo 18 años de cocinas españolas: Masip de Ezcaray, El Portalón (Logroño), Martín Berasategui (Lasarte), Guria (Bilbao), La Broche (Madrid) y Alameda (Hondarribia).
Su forma de entender lo contemporáneo es particular. Pocos productos, bien elegidos y tratados, para que el ingrediente principal sea el sabor.
La carta tan convencional como apetecible está repleta de cosas apetitosas. Cocina actual riojana, se lee en la primera página. Junto a dos menús (Paseo por La Rioja 60€ y Hondarribia, 45€) chicharro en escabeche al momento, sopa de pescado, alubias blancas, alcachofas asadas… Productos de temporada que van rotando al ritmo del calendario desde que abrió en diciembre de 2018.
Para acompañarlos una excelente selección de vinos nacionales y extranjeros, algunos de los cuales se ofrecen por copas, realizada por el sumiller Iván Cantero capaz de descubrir al comensal pequeñas joyas. Y para servirlos un equipo bien entrenado, amable y eficiente que sabe mantener la distancia adecuada a cada comensal.
Platos escuetos pero plenos
La comida empieza con tres aperitivos. Un lomo de chicharro, que cocina dos minutos al vacío y aliña con un escabeche templado. Una finísima rodaja de chorizo y miniempanadas argentinas, un guiño a su infancia. Platos que no cansan, que pueden comerse un día tras otro. Esta es una de las obsesiones de Ferrando.
Es muy resultón el tartar de calamar sobre un caldo de champiñones -pelotazo de umami- con guisantes de una huerta de Mendavia. Un plato primaveral (el restaurante se visitó en el mes de abril) que da pena que se termine porque apetece comer más. Deliciosa la textura tersa del calamar y la explosiva del guisante. Yodo y clorofila echando un pulso.
También convencen las medias cebolletas de Recajo asadas, con polvo de hongos y yema de huevo, un bocado sabroso, untuoso, de sabores armónicos y elegantes ¡Cebolletas, elegantes! parece un oxímoron pero no lo es. El huevo conjunta y suaviza; el polvo de hongos aumenta sabor.
También las setas de primavera (Amanita ponderosa) salteadas, con una yema de huevo de aliño, son deliciosas, aunque se repita la yema, algo que debería cuidarse al componer un menú. La parquedad de ingredientes vuelve a ponerse aquí de manifiesto. Platos limpios, sobrios, a veces severos.
No corre la misma suerte el guiso de alubias blancas de Anguiano con codorniz. A pesar de estar tiernas y sin hollejo el conjunto resulta deslavazado y sin gracia tal vez porque se cocinan por separado las alubias y la codorniz, de forma que los sabores no se integran como se espera.
El dominio de la cocina clásica
Con el lenguado beurre blanc con mostaza y berros y la molleja de ternera con puré de patata y apio nabo, Juan Carlos Ferrando demuestra que conoce bien los resortes de la alta cocina clásica. Dos platos de envergadura que resuelve con éxito. Sabores antiguos que están en el fondo de la memoria y del paladar, pero que despiertan al segundo bocado. En el primero la delicadeza de la beurre Blanc, salsa clásica de la región francesa de Bretaña que se prepara con mantequilla, vino blanco y chalotas, acompaña de maravilla al lenguado. El toque riojano lo ponen el alcaparrón y las notas de brasa del pescado. En el caso de la molleja, sel brillo del fondo de carne con que se acompaña basta para entender que se trata de una reducción tan larga como delicada y bien ejecutada.
Quesos y postre
La apuesta por los quesos, que se presentan antes de los postres, como exige la tradición, es otra evidencia del refinado gusto afrancesado de patrón y de la envergadura del restaurante Juan Carlos Ferrando. Bien cortados y presentados, en su punto justo de maduración, lo quesos se sirven acompañados -en este caso- de un Sauternes.
A pesar de que hay siete opciones para elegir, lo que demuestra interés en la partida de postres, éstos no logran mantener el buen nivel de la cocina salada. Una tónica habitual en muchos -la mayoría- de los restaurantes españoles ¿Dónde están los pasteleros? ¿Tan difícil es pensar postres de restaurante?
La infusión de fresas y vino blanco, fresas escabechadas y granizado de piña, es una acumulación de ingredientes sin mucho sentido, impropia de un cocinero con el esquema culinario de Ferrando. Es escabeche choca con la infusión de vino y el granizado, al deshacerse termina por estropearlo todo. Un plato confuso donde los sabores no lograr entablar armonías. La tarta de queso no pasa de correcta. No es fluida, como las que están de moda, pero no entusiasma.
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INSTALACIONES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 7 |
Sala | 7 |
Aseos | 7 |
Bodega | 7 |
SERVICIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Servicio sala | 7 |
Servicio vinos | 7 |
EQUIPAMIENTO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 7 |
Lencería | 6 |
Vajilla | 7 |
Copas | 7 |
COCINA | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 7 |
Cocina | |
Grado de innovación | 5 |
Presentación | 6 |
Pastelería | 6 |
Equilibrio en los platos | 7 |
Calidad materia prima | 7 |
Valoración dietética | 8 |
COMPLEMENTOS | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 6 |
Café | 6 |
Pan | 6 |
Aceite | |
Infusiones |
BODEGA | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Valoración general | 7 |
Licores | |
Relación calidad/precio | Buena |
ELEMENTOS AMBIENTALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | 7 |
Ambiente | 7 |
Decoración | 7 |
Zona de copas | |
Ruido | 6 |
Iluminación | 7 |
Espacio | 7 |
Confort | 7 |
PRECIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Relación calidad/precio | Muy buena |
Relación precio/placer | Buena |
GENERALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Puntuación total | 7 |