Restaurante Lobito de mar Madrid
Espacio informal, pero sofisticado, siempre abarrotado, donde comer buenos arroces, pescados y mariscos. Barra para tapear. Un rincón del Mediterráneo andaluz en Madrid.
DIRECCIÓN: Jorge Juan, 10 Madrid (COMUNIDAD DE MADRID) .ESPAÑA
CONTACTO: 910 88 94 40 https://www.grupodanigarcia.com/es/restaurantes-lobito-de-mar
No hace una semana que ha abierto sus puertas y la lista de espera en Lobito de mar Madrid ya es inevitable. No hay mesa hasta octubre. Ni siquiera se puede reservar en la barra. Éxito total.
El desembarco del concepto marinero e informal de Dani García en Madrid forma parte del proyecto de expansión del grupo. Un local más para sumar a la larga lista de establecimientos que abrirán sus puertas a lo largo del otoño. Como siempre las inauguraciones son sonadas y los cierres -que también los hay- silenciosos.
Innovación escondida
Entre el chiringuito urbano y la marisquería, Lobito de mar es una suerte de bistró marinero. Un concepto más complejo, que ha ido evolucionando desde que García abriera el primer Lobito de Mar hace un par de veranos en Marbella. Bajo la apariencia de cocina sencilla y desenfadada, que bebe de las fuentes populares de la tradición, se esconden recetas muy pensadas a las que el malagueño aplica todos los conocimientos adquiridos en la alta cocina. Lo más relevante -e innovador- se concentra bajo el epígrafe de la carta “Pescados reposados”.
Pargos, meros, corvinas… de diversos tamaños que reciben un tratamiento específico en cámaras con la humedad reducida al mínimo de forma que se modifica la textura y los sabores se concentran.
“En España no somos los primeros en hacerlo, hay otros cocineros que han explorado las maduraciones, pero creo que somos los primeros en hacerlo de este modo, que no sigue las reglas de los japoneses que maduran lomos limpios, nosotros empleamos piezas enteras, evisceradas y sin piel”, me explicaba Dani García el pasado sábado. Para aprender el método uno de sus jefes de cocina viajó hasta Fish Butchery en Australia. Una vez reposados los días precisos, los pescados se preparan a la plancha. El mero negro resultaba jugoso y terso, de sabor limpio, sin notas de maduración, pero muy concentrado. Un bocado absolutamente delicioso.
Otra de las novedades son los embutidos marinos, línea de trabajo creada y desarrollada por Ángel León que García aplica a su manera. “Esto lo inventó Ángel y me parece genial. No veo problema en que los demás sigamos el hilo y aportemos nuestra personalidad a las piezas. Nosotros por ejemplo hacemos salchichas y las servimos con huevos fritos, cebolla y patata, es otra forma de entender el embutido”, explica Dani.
Pero también ofrecen una tabla con sobrasada, que es magnífica, mortadela, butifarra, chorizo y hasta pastrami. el secreto está en las especias con que se aliña cada uno de ellos. En su preparación emplean corvina para las salchichas, recortes de lubina para la sobrasada, etc.
El menú de Neptuno
Aunque hay ensaladas, algunos platos de carne y los arroces que son punto y a parte, el pescado centra la oferta. Diríase que la carta está pensada para seducir a los ictiófagos insaciables.
El atún rojo es uno de los pilares sobre los que descansa la cocina de Lobito de mar Madrid. Once especialidades que incluyen desde el famoso T-Bone a la parrilla, varios tartares, salazones y carpaccios. Pero es en el apartado «La pesca del día» donde se concentra lo más singular -y apetecible- de la carta a parte de los pescados reposados. Gallineta, borriquete, San Pedro, sargo, parguitos, langosta, gambas blancas y rojas y el inevitable espeto de sardinas. Sardinas de tamaño XXS, como es costumbre en Málaga y que entre la mayoría de madrileños -no me encuentro yo entre ellos- triunfan.
Este capítulo se completa con otro de frituras (la carta es amplísima) en el que tienen cabida los buñuelos, la gamba cristal frita (especialidad malagueña), las puntillitas o la gallineta, ligeramente rebozada que es un espectáculo: por la presentación, la calidad del pescado y el punto de fritura.
Buenos arroces en Madrid
Otro elemento de atracción son los arroces en paella, algo de lo que la capital siempre anda escasa ¡Qué difícil encontrar con regularidad buenos arroces en Madrid! Ojalá Lobito de mar Madrid venga a ocupar también parte de ese espacio. El arroz de pollo que tuve ocasión de probar estaba realmente conseguido.
Poca grasa, grano suelto, sabor medido y el pollo aparte (se cocina a baja temperatura al estilo del que preparan en el restaurante NoMad de Nueva York), lo que permite saborear el arroz sin tropezones, o con ellos, a gusto del comensal. No es uno de esos arroces potentes, al contrario, es un arroz que no cansa, que hasta la tercera o cuarta cucharada no se fija en el paladar porque tiene el nivel de sal muy controlado. Un arroz amable que incita a comer más. Además de los arroces proponen un rossejat negra de gambas de Málaga que se prepara con fideos cabello de ángel.
La tarta de queso que aparece en la lista de postres es una de la mejores de Madrid. Una tarta que no se deshace al partirla, que está bien cocida, perfectamente cuajada, técnicamente perfecta, pero que es ligerísima. Una tarta que se aparta de las modas y surge la reflexión y del conocimiento de la pastelería de alta cocina. «No ha sido fácil. Buscábamos una tarta ligera pero no fluida, algo diferente a lo que hay. Donde además se sintiera el sabor del queso de cabra Payoya. Creo que lo hemos conseguido» explica Dani García.
El equipo de sala está aún en rodaje, pero muestra buenas maneras. Gente jóven, con la sonrisa dispuesta y ganas de agradar. Aún así el tamaño y el estilo de local conllevan cierta confusión que habrá que pulir.
En la barra, una variada oferta de tapas y raciones que invitan a realizar una comida ligera apartir de 15-20 euros por persona. Una ganga, si se sabe pedir, en pleno barrio de Salamanca.
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¿Cómo puntuamos en GastroActitud?
BARES Y TABERNAS: de 0 a 6. Aunque la comida sea buena, las instalaciones, la bodega y el servicio son discretos.
CASAS DE COMIDAS Y BISTROS: de 0 a 7. Locales de servicio informal, con instalaciones sencillas y carta de vinos reducida que pueden tener una gran oferta de cocina.
RESTAURANTES: de 0 a 10. Establecimientos en los que cocina, instalaciones, bodega y servicio son acordes.
INSTALACIONES | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Valoración general | 6.5 |
Sala | 6.5 |
Aseos | 6 |
Bodega |
SERVICIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Servicio sala | 6.5 |
Servicio vinos | 6 |
EQUIPAMIENTO | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Valoración general | 6.5 |
Lencería | 6 |
Vajilla | 7 |
Copas | 6 |
COCINA | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Valoración general | 7.5 |
Cocina | |
Grado de innovación | 7.5 |
Presentación | 7 |
Pastelería | 7 |
Equilibrio en los platos | 6 |
Calidad materia prima | 7 |
Valoración dietética | 7 |
COMPLEMENTOS | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Valoración general | 6.5 |
Café | 7.5 |
Pan | 7 |
Aceite | 8 |
Infusiones | 6 |
BODEGA | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Valoración general | 6.5 |
Licores | |
Relación calidad/precio | Regular |
ELEMENTOS AMBIENTALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Valoración general | 6.5 |
Ambiente | 7.5 |
Decoración | 7 |
Zona de copas | |
Ruido | 5 |
Iluminación | 5 |
Espacio | 5 |
Confort | 6.5 |
PRECIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Relación calidad/precio | Buena |
Relación precio/placer | Muy buena |
GENERALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
---|---|
Puntuación total | 6.5 |
El chef: Dani García
Profesional intuitivo que ha renovado con elegancia el recetario tradicional andaluz. Su gran dominio de la técnica no resta a su cocina ni una pizca de sentimiento. En 2014 inició una nueva etapa profesional al crear el grupo Dani García
El sábado estuvimos cenando 8 personas. Íbamos con unos niños y nos ofrecieron guardar la silleta con todo lo que teníamos encima en otro lugar. Cuando nos íbamos nos dijeron dónde estaba la silleta, la cogimos y nos fuimos. A mitad de camino a nuestro alojamiento nos dimos cuenta de que nos faltaban unas bolsas de calzado. No hubo forma de contactar con el restaurante por teléfono, íbamos con niños y era tarde. Tuvimos que coger un taxi para regresar al restaurante y que nos diesen nuestras cosas. Al llegar, nadie se disculpo y a nadie le importo. Resulta que habían cogido nuestras bolsas y las habían guardado en un armario y nadie nos había dicho nada. No se debe tocar lo ajeno, es un principio que el restaurante debería tener muy presente.
Comentar además que estuvimos esperando el pescado y chuletón más de 30 minutos. El rodaballo además llegó cocido y demasiado hecho. Muy mala experiencia y ni pensamos volver y mucho menos recomendar.
20.05.2024 HORRIBLE EXPERIENCIA MUCHA PUBLICIDAD, SERVICIO CAMAREROS APRENDICES, COCINA MEDIOCRE DEFICIENTE, LENTA, ENCARGADA SIN NIVEL PROFESIONAL PARA EL LUGAR, EN DEFINITIVA COINCIDO CON MUCHOS DE LOS COMENTARIOS QUE VALORAN PESIMAMENTE AL LOBITO DE MAR. BIEN PUEDE APLICARSE «CRIA FAMA Y HECHATE A DORMIR» NO MERECE LA PENA, MAS AÚN HABIENDO TAN BUENOS ESTABLECIMIENTOS EN LA MISMA ZONA.
No repetiremos, con mesa reservada tardaron en acomodarnos, fue muy lento todo el servicio, de 3 entradas que pedimos, 2 ya no les quedaban, y el arroz de chuletón tampoco les quedaba, ademas nos dijeron que el arroz tardaría más de 1 hora porque solo tenían 4 fuegos, el lenguado que pedí lo trajeron después de reclamarlo y decir que no lo trajeran, ya que había llegado el arroz, habían comido el resto de
Comensales y yo seguía sin el lenguado.
Muy mal servicio. Salimos muy decepcionados.
La verdad aunque con muchas ganas de conocer el lugar me fui muy decepcionado. El servicio malo tardaron más de treinta minutos en servir la entrada y cuarenta minutos después me trajeron la cuenta y me dijeron que tenía que irme. Ya había terminado aunque me falto el postre. No creo regrese a este lugar
Entramos sin reservar un viernes mediodía tranquilo. La verdad la comida riquísima y servicio impecable menos la chica de entrada…. Comemos súper bien, un buen vino y un bogavante estupendo. con dos personas por casi 400 euros, bueno era un cumple. En un momento sin pedir y sin terminar nos trae la cuenta con el comentario que la
Mesa está reservado…. Con otros palabras nos echan literalmente del restaurante. Se acabo la buena experiencia y gusto… vaya tela… nunca mas!! Es una vergüenza tratar clientes así !!!
Las mejores anchoas que hemos comido nunca y el peor «besugo». Estamos convencidos de que no era besugo, Dani García deberia dar una vuelta por su restaurante de Madrid y comprobar los pescados que están sirviendo. El camarero, al que se le ofreció probar el pescado que nos sirvieron, no acepto limitandose a repetir «es besugo» .
No recomiendo el arroz de marisco con pescado, no tenía sabor. En cambio los primeros y los postres correctos. No se si volveré. El personal bien, hasta que opinas sobre el arroz y por arte de magia te atienden otros camareros. Casualidad…?
No hay relación calidad-precio. Extraordinariamente caro para lo que sirven. No hay ninguna preparación en los platos. El género parece de calidad, aunque no cuidan los detalles. El pan es duro de unos días atrás y para camuflarlo lo calientan un poco en la parrilla. Cuidado con los piños, la corteza está más dura que el hormigón armado. Insisto en el precio abusivo. No vuelvo. Descartado.
Estuve dos veces ,una en zona de barra y a pesar de estar repleto ,la atención fue estupenda , y rápida ,tomamos entre otras cosas la degustación de los embutidos de mar ,espectaculares .La segunda vez fue comida familiar en sala , ambiente muy acogedor y tranquilo , todo el personal especialmente atento , y amable los camareros , maitre ,sumiller …comentando y dando las recomendaciones oportunas .La comida toda exquisita recomendable probar la ensaladilla de angula ,las navajas con un sabor increíble ,el salmon ,el pescado del día que nos recomendaron (borriquete) muy bueno ,el arroz de pescado y marisco en su punto ,las conchafinas increíbles ,la verdad una velada maravillosa ,repetiremos ,y por supuesto recomendable la visita.
Las cigalas una buena otra mala se lo decimos y se quedan igual no trajeron utensilios para comerlas mas fama que calidad
Non abbiamo avuto una bella esperienza. Ho chiesto un insalata verde insieme al pesce e mi hanno portato foglie di lattuga senza tagliare (foto)..il pesce arrivato crudo come i broccoli che erano durissimi e salatissimi come il conto
Comida con nuestros hijos (5) el servicio de sala espectacular !!! y la comida divertida, original, riquísima y para todos pequeños (12 años) incluidos. Con ganas de volver para probar el arroz
No volvería jamás en ese restaurante. Servicio lento y pescado y verduras crudas llegan a la mesa. Pedí una ensalada verde con el pescado y me trajeron 3 hojas enteras de lechuga….todo era impresentable y la cuenta muy alta por lo que hemos comido, un simple pescado a la espalda. Toda la cena fue un desastre
No vuelvo Servicio lento y falto de coordinacion entie camareros. Cena decepcionante.
Almuerzo en domingo. Dos personas. Se han desvivido por conseguirnos mesa. Recepcionistas encantadoras. Buen y servicial camarero. Vino fino en rama (que no conocía) excelente. Buenas almejas gordas a la plancha. Muy buen guacamole trabajado junto a la mesa en su molcajete (mortero) con curiosas gambitas fritas. Muy buena ensaladilla rusa con virutas de anguila. Atun rojo a la plancha jugoso y de muy buena calidad. Un poco perdidos los tres trozos al lado de tres mayestaticas hojas de lechuga. Cuenta un poco carete, pero vale la pena de la experiencia. Manteles y servilletas, cosa rara hoy en dia.
Totalmente sobrevalorado. Lo mejor la ensaladilla. Lo demás no sabía a nada. La fritura llego a la mesa fría. El servicio falto de rodaje pero con muy buena disposición e intentando hacer las cosas bien. Por la mitad de precio hay miles de sitios donde se cena infinitamente mejor. No volveremos
Muy rico estuve ayer picando en su barra unas patatas aliñadas con tartar y un tartar duo impresionante la tortilla mini con kokochas no me gusto Le faltaba sabor, callos marineros muy rico su sabor pero el garbanzo poco integrado en el guiso postre espectacular tarta de queso muy muy rica.
Fatal. ¡¡Nos cobraban de más en la cuenta!! . NO – repito, NO- nos daban duplicado del pago.
20 quicos de aperitivo. Vino caliente. En otra mesa a nuestro lado, también descontentos, decían que no volverían.
En resumen: no volveremos.