Cocina esencial, escueta, que tira de la memoria para seducir al comensal con platos compuestos por muy pocos ingredientes. Así seduce al comensal el cocinero Dani Carnero.
Muna es una sorpresa en Ponferrada. Es el restaurante más caro de la ciudad y el único de cocina contemporánea. Sus mesas se llenan y el público sale feliz.
Tradición y modernidad se encuentran en un precioso caserío vasco con vistas magníficas. Un menú contemporáneo que recupera la cocina del caserío convive con una excelente parrilla.
Miguel Ángel de la Cruz cocina su territorio con una delicadeza inusual. Su platos son un paseo por los pinares, la huertas y los campos de secano de Valladolid.
Ha sido una de las aperturas más sonadas de la Costa del Sol por el agradable espacio que ocupa y su apuesta por los arroces. Cocina mediterránea al borde del mar firmada por el cocinero Iván Cerdeño.
Nuevo en la «milla de oro». Un restaurante con una carta cambiante en el que se puede comer muy bien a cualquier hora del día, desde el desayuno a la cena. Cocina muy seria vestida de desenfado.
Una cocina impensable en Occidente asturiano. Un restaurante para disfrutar sin pensar en más con platos de fusión tan elegantes y gustosos que no quieres que se acaben.
Esta tabernita marinera es la hermana pequeña de El Campero, el restaurante de Barbate al que los aficionados al atún rojo salvaje de almadraba acuden en peregrinación. La Taberna del Campero es una opción más sencilla y económica en Zahara de los atunes.
Un restaurante al que volver con regularidad: cocina sencilla, ingredientes de calidad, ambiente agradable y buen precio. Y por si fuera poco conciencia social y medioambiental ¿Se puede pedir más?
Un beach club al más puro estilo ibicenco, lleno de gente guapa internacional donde ¡oh sorpresa! se come razonablemente bien. Para bailar, beber y disfrutar de un pescado a la parrilla.