7 claves para tener un huerto en casa
¿Quieres cultivar tus hierbas y crees que por cuestiones de espacio no puedes? No es tan difícil como parece. Estas son las 7 claves para tener tu huerto en casa, según Animal Gourmet.
1. Busca los rayos del sol
No te preguntes donde lucirán mejor las plantas, sino donde tendrán más posibilidades de crecer: elige bien el lugar donde quieres poner el huerto.
“De hecho, ve y párate en el lugar exacto (donde quieres poner tu huerto). Mira el cielo ¿ves el sol?”, recomienda Carol Hartsell, columnista del Huffington Post.
Para que los vegetales crezcan vigorosos, lo ideal es tener seis horas de buena luz solar.
Y ojo: si la zona tiene mucho sol, tampoco es bueno, pues corres el riesgo de que se quemen las hojas de algunas plantas.
2. Macetas grandes y con drenaje
Una vez que ya has elegido el lugar “perfecto” busca los recipientes en los que vas a plantar.
El tamaño y profundidad importan
Evita los tiestos sin agujeros; tus plantas necesitan que corra el agua.
También necesitan una buena profundidad para que las raíces puedan crecer.
El bloguero de Ecocosas, Raúl Mannise, recuerda que “una planta es como un iceberg: tiene una parte que vemos y otra que no”.
Mannise señala que la maceta debe ser adecuada para el tipo de planta, pues no todas tienen la misma raíz ni crecen de la misma forma.
Según el sitio Facilísimo.com, con recipientes entre 7 y 15 centímetros de profundidad se puede plantar casi todo, debido a que “las raíces no necesitan mucho espacio si tienen suficiente agua, aire y nutrientes”.
3. Piensa en la tierra
La tierra tiene que ser rica en nutrientes. Así que elegir la tierra no debe ser algo que se tome a la ligera.
O como lo expresa Hartsell: “No asumas que con tirar unas semillas de calabaza sin pensar en la tierra vas a tener una excelente cosecha para el otoño”.
Las plantas necesitan de una cama rica en nutrientes.
El blog Vidanaturalia aconseja combinar varios tipos de abonos o sustratos, debido a que cada uno tiene características particulares con aplicaciones específicas. “Elegir mal el sustrato es una de las principales causas por las que pueden aparecer todo tipo de problemas a la hora de empezar a cultivar nuestro propio huerto urbano”, se lee en el blog. La tierra debe recrear las condiciones del ecosistema original de la planta. También debe ser esponjosa para que permita la entrada de oxígeno y capaz de mantener una buena humedad.
4. ¿Semillas o plantones?
Si no eres un experto de la jardinería (y quieres ver resultados más rápido) quizás lo mejor sería sembrar plantones directamente. Esto te permite hacer la plantación a finales del invierno y no tener que trasplantar los brotes germinados.
Algunas hortalizas como la zanahoria o el nabo no admiten este tipo de cultivo, pero las lechugas, tomates o cebollas, puedes adquirirlas en plantón: una planta pequeñita que irá creciendo en tus macetas.
A la hora de sembrar los plantones, en Facilísimo.com advierten de no estropear las raíces, por lo que aconseja hacer un agujero lo suficientemente grande. “Después presiona ligeramente el sustrato de alrededor de la planta y riega con una regadera”, aconsejan.
También puedes tener microbrotes en tu jardín.
5. Agua…
Este es un tema al que no se da la importancia que merece.
No todas las plantas requieren de la misma cantidad de agua ni se pueden regar de la misma forma.
Unas precisan que se rocíen las hojas y otras que solo se rieguen las raíces.
En Facilisimo.com van un paso más allá y recomiendan instalar un sistema de riego por goteo, “así sabrás cuándo empieza y termina la irrigación”.
Otro punto que hay que tener en cuenta es la época del año, pues dependiendo de los niveles de humedad y la temperatura en el ambiente las plantas necesitan de más o menos agua.
6. …y comida
No solo del agua viven las plantas. Necesitan fertilizantes. Además de agua, las plantas necesitan comer.
Los más recomendados son los fertilizantes balanceados, pues son buenos tanto para las flores como para los vegetales.
Estos fertilizantes se les conocen como abonos NPK y tienen nitrógeno, fósforo y potasio. Estos son los tres compuestos que deben estar presentes en la tierra para que las plantas se alimenten y construyan sus tejidos.
Otro compuesto indispensable es el carbono, y hoy en día lo tenemos de sobra en el aire de las ciudades.
También existen abonos orgánicos como el estiercol, etc que funcionan muy bien en determinados cultivos.
7. Conoce a los amigos y enemigos de tus plantas
Las plantas tendrán visitantes; todo es cuestión de saber detectar a tiempo si se trata de amigos o enemigos.
Los pulgones, insectos de la familia de los hemípteros, son una mala señal.
Estos animalitos son unos parásitos que pueden acabar con tu proyecto verde.
Mientras que las mariquitas o las abejas son tus mejores aliados.
Uno de los platos favoritos de las mariquitas son estos pulgones, así que son excelentes insecticidas naturales.
La mosca blaca, la cochinilla, la araña roja o los ácaros también son bichitos indeseables, lo mismo que los hongos que hacen que a las hojas les salgan manchas. En cuanto percibas su presencia, ataca.
El texto hansido publicado en Animal Gourmet y completado por el equipo de GASTROactitud