Jaén es un ciudad siempre animada. Las calles son un hervidero de gente que ríe, bebe y come. Nos hemos ido de tapas con Pedrito Sánchez, el famoso cocinero del restaurante Bagá, por los bares de Jaén que más le gustan y esto es lo que hemos descubierto. Por extraño que parezca, la tapa más típica son las habas con bacalao salado…

Habas con bacalao salado y rabanitos, aperitivo típico de Jaén.  Taberna El Hortelano.

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Bar Montana

Calle Cerón, 2. Tel.: 953 23 41 66. Cierra los jueves.

Cuando en España se está perdiendo la tradición de comer casquería, el plato icono de este bar jienense son las criadillas de choto rebozadas aderezadas con un poquito de limón. Es un bar pequeñito, como los de antes, con mucha solera y camareros que tratan de ser amables y graciosos con la clientela. La caña cuesta 2,5 € y la sirven con una tapita, tal vez por eso, y por la calidad de sus productos está siempre a reventar. «A este bar es donde vamos todos los amantes de Jaén a comer sus famosas criadillas fritas y en los desayunos los picatostes con miel. Lleva abierto desde 1958, es una institución de la ciudad y está, junto a la Catedral». Preparan unos 7 kilos de criadillas diarios, pero además prepan callos, albóndigas, patatas bravas… Para desayunar, además de los picatostes con miel que le gustan a Pedrito, buenos churros.

Taberna Casa Gorrión

Arco del consuelo, 7. Tel.: 953232000. Cierra lunes, martes, miércoles y jueves.

¿Alguien ha visto un jamón momificado? pues en este bar es famoso su «jamón incorrupto» como la mano de Santa Teresa. Evidentemente no se come, solo está de exposición pero es muy curioso. Parece que el propietario lo indultó porque en él se sentó una princesa rusa de la que acabó enamorándose el mesonero. Eso es lo que cuenta la leyenda, pero lo que no son leyenda son las aceitunas cornicabra machacadas que ponen de aperitivo, amargas y sabrosas. Tampoco hay que perderse el queso añejo  ni la tapa de tocino.  El local tiene encanto con su larga barra de madera donde apuntan los precios con tiza. «Es la taberna más antigua de Jaén, abierta desde 1888, en la zona de tapeo más auténtica de la ciudad. Todo un clásico». Tanto que el escritor Juan Eslava Galán le dedicó unas líneas en una de sus obras.

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1.- Barra del bar El Gorrión. 2.- Aceitunas cornicabras, las típicas del aperitivo. 3.- Momia de Jamón de El Gorrión.

Taberna El Hortelano

Teodoro Calvache, 25. Tel.: 609644811. Cierra domingo, lunes y martes.

Una taberna de las de toda la vida, con sus guisos y sus raciones. «En el barrio de San Ildefonso, en una zona de tapeo más moderna. Son famosos sus violetes, sus patatas fritas caseras, cortadas en grandes trozos a lo largo». Antonio Garrido elige los productos, son famosos sus jamones, pero tampoco falta el salchichón de Casa Sendra (Vic) -Jaén es la ciudad que más salchichón de esta marca consume-. Los guisos como el atún encebollado o los callos con garbanzos también merecen la pena.

1.- El propietario de El Hortelano, en Jaén. 2.- El Hortelano, Jaén. 3.- Roscas típicas con jamón ibérico.

Bar Fígaro

Calle pescadería, 1. Tel.: 953190622. Cierra domingos.

«En la céntrica plaza de El Pósito, es el sitio perfecto para comer casquería: riñones de choto, mollejas, crestas de gallo«. Sin embargo también tienen pescados frescos, no hay que olvidar que el mar está a una hora de coche, aunque Jaén sea un paraíso de interior. Como casi todos los bares de Jaén, el Fígaro es un local pequeño, pero tiene una terraza con varias mesas. Tiran muy bien la cerveza y las rondas de bebidas se acompañan con tapas gratuitas. Si te gustan los variantes, pide la coliflor en vinagre, una de sus especialidades.

Casa Domingo

Melchor Cobo Medina s/n. Tel.: 620 79 27 83. Cierra domingos.

Siempre atiborrado con gente en la barra y fuera del bar. «En el barrio de San Ildefonso, son famosísimas  sus cebolletas fritas, su ensalada de habas, que en realidad con habas con tomate de bote, todo un invento». También preparan una curiosa ensaladilla con un huevo a la plancha encima, pero lo mejor es la amabilidad del personal, siempre dispuesto y atento. No faltan las chacinas y los quesos.

Habas con tomate de Casa Domingo.

Bar La Barra

Cerón, 7. Tel.: 953232310. Solo abre viernes y sábados

En esta tasca de las de toda la vida, cercana a la catedral, el horario lo marca la morcilla. Solo cuando el guiso de de sangre y cebolla, con aroma a comino y canela está listo abren las puertas. Así de chulos son ellos. Mientras, la gente espera en la calle, esperando como los almonteños a saltar la valla, nos dice el dueño en clara alusión a la actitud de los devotos en la romería del Rocio. La verdad es que el montadito de morcilla bien merece la espera porque es delicioso. «También su rossini y sus migas con avios» añade Pedrito Sánchez. El Rossini es como un tinto de verano pero a su manera: vino de Jumilla, gaseosa de limón, licor de melocotón, angostura, uva y hielo.  Además, lomo de orza, habitas y buen vermut.

1.- Interior del bar La Barra. 2.- Rossini. 3.- Montado de morcilla.

Casa Pepe

Jabalcuz, 45. Tel.: 953231029. Cierra martes y noche de lunes y miércoles.

«En el barrio de La Glorieta, es todo un referente de la capital, sus verduras de temporada, la casquería, el choto…»  y, además, unas vistas estupendas del castillo de Jaén. Aunque se puede tapear, sus boquerones en vinagre con patatas fritas son un buen ejemplo-, tiene hechuras más de restaurante que de bar. No falta la tapa de tocino, ni los mariscos de la costa, sobre todo gamba blanca. Dispone de una agradable terraza acristalada con aire acondicionado para cuando el calor aprieta. Una dirección segura para comer de manera informal.

Taberna 4 Esquinas

Calle Teodoro Calvache. Tel.: 953 888017. Cierra martes.

Como siempre está concurrida, lo mejor es llegar pronto, cuando abren.  Fundada en 1948, «sus migas y su carne a la suegra son un auténtico lujo» según Pedrito. Está en el barrio de San Ildefonso, para muchos la mejor zona de tapeo de la capital jienense. Una ventaja es que tienen opciones para celiacos, vamos que es una tasca con tapas gluten free. Tienen fama las patatas bravas, cortadas en bastones gordos, como es tradición aquí y los flamenquines. El personal es amable y muy eficiente. Se puede comer a casi cualquier hora porque tiene horario continuo. Para beber cerveza Alcazar, la que se elabora en Jaén, también sin gluten.

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