Claves para servir la cerveza perfecta en tu propia casa
A veces perdemos las formas en lo que respecta al consumo de las bebidas alcohólicas. La costumbre de beber los blancos helados y las cervezas a punto de congelación no favorece en ningún caso el disfrute. Te presentamos las claves para sacar el mejor partido a la cerveza que tanto atesoras en tu nevera.
Recopilamos gracias a Estrella Galicia los mejores tips que te enseñarán a servir los mejores tercios sin moverte del sofá 🙂
La preparación
El primer paso es tener a punto la copa en la que sirvamos la cerveza. Recomendamos que esté fría, pero no helada. El hielo descarbonata la cerveza, perjudica a la espuma y atenúa en exceso la temperatura de consumo
Debemos siempre refrescar el interior de la copa con agua fría justo antes de servir la cerveza.
La inclinación
Escurrimos la copa y la inclinamos 45 grados acercando la botella al borde (sin que se toquen). Dejamos que la cerveza se deslice suavemente por la pared interior de la copa con un caudal lento y más o menos constante.
La precisión
Cuando hayamos llenado la copa en sus tres cuartas partes la colocamos en posición vertical.
La coronación
Jugamos con la altura entre la botella y la copa, vaciando la totalidad del contenido. En este caso dejamos que la cerveza golpee sobre el líquido existente en la copa. Vemos cómo se va generando una corona de espuma (giste).
La presentación
Apoyamos la copa sobre un posavasos o un elemento similar que evite las molestias que generan las incómodas gotas de condensación y… ¡A disfrutar!
El resultado final debe presentar una cerveza con un “rosario” de burbujeo y con una corona de espuma de al menos tres centímetros. La cerveza debe dejar marcas o aros de espuma adheridos a las paredes del recipiente por cada sorbo que demos (el conocido encaje de Bruselas).
Exacto, así se hace como un culete de sidra.Y tomarla desesperado como si fuese la última