Así se come en el Hungry Club de Dabiz Muñoz
Una forma diferente de comer en el aeropuerto y en el avión.
El Hungry Club by Dabiz Muñoz no puede estar en un lugar más visible. Quienes acceden a la terminal Satélite de la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas se tropiezan de bruces con esta barra esquinera a la salida del Duty Free. Lugar de paso obligado por donde desfilan miles de personas a diario. Los rótulos pregonan el título con mayúsculas en una clara invitación a tomar acomodo. Quince taburetes aguardan a sus clientes que rotan y degustan rápido.
En la barra o en el avión
Platos para tomar sentado o llevar a bordo, un “take away” chispeante frente a las desmoralizadoras bandejas de los aviones que cubren los vuelos de larga distancia. Comida rápida, distinta, de paso, desenfadada, preparada al momento con el sello que acompaña a este cocinero.
“Llevamos dos semanas abiertos y aún nos estamos adaptando. La puesta a punto del modelo ha sido un reto. No disponemos de fuegos ni de salida de humos” nos comentaron Sergio Pérez, encargado, y Pablo Sobrino, lugarteniente de Dabiz Muñoz con los que coincidimos poco antes de nuestro último viaje. Evidentemente, que nadie espere encontrarse con Dabiz sirviendo platos tras la barra.
Sandwiches, perritos, pizza y ramen
“Tenemos que que recurrir a hornos eléctricos, a sistemas de inducción y vapor para ultimar cada una de nuestras especialidades. Todo se termina al momento, no recalentamos platos preparados, detalle que nos diferencia de otros lugares del aeropuerto» explican. Con enorme curiosidad probamos cosas buenas y otras menos logradas. Lo mejor dos sándwiches mixtos (bikinis) adictivos, el de costillas guisadas y el de queso con huevos y pesto, un caso de “porn food” en estado puro. Raciones abundantes, generosas, con esa provocadora sensualidad que acompaña a las recetas de este cocinero. Nos gustaron también la pizza, el perrito y el ramen ibérico. Por contra nos parecieron insustanciales las patatas waffle al horno a pesar de las salsas con las que se acompañan. De su surtido de helados nada como el sorbete de limón y albahaca.
El Hungry Club de Dabiz Muñoz aspira a expandirse y anuncia nuevas inauguraciones con la vista puesta en la apertura inminente en la central de la propia T-4 y otros aeropuertos españoles: Barcelona, Málaga, Mallorca. En consonancia con el modelo, los enunciados de su carta son tan divertidos como incitantes: huevos voladores; tarta de queso de la Pedroche; cookie de chocolate y palomitas caramelizadas; bikiny Club; pollo spicy a la parilla; hungry dogs; hot dog con salchicha artesana; pizza ibérica con stracciatella, jamon iberico y tomate; ramen seco frío de salmón; laksa con langostinos…
Y los precios para todos los gustos y necesidades. Entre 4,95 y 24,95 los más caros. Una apuesta llamativa entre la aburrida oferta de los aeropuertos.
Comer y viajar
En este proyecto, Dabiz Muñoz, el mejor cocinero del mundo por la lista The Best Chef Awards desde el año 2021 hasta la fecha, y Avolta, el lídermundial del travel retail y la restauración aeroportuaria, se unen a través de una joint venture con el Grupo UniverXO para crear Hungry Club, un modelo que pretende revolucionar la forma de comer en los aeropuertos. Hungry Club by Dabiz Muñoz nace para romper las reglas de lo que entendemos por “comer en un aeropuerto”. Es un concepto pensado para personas hedonistas, exploradoras, gente inquieta e inconformista que busca disfrutar de la buena comida en cualquier lugar del mundo y, ¿por qué no también en un aeropuerto?
Una de las principales claves de la marca es que renueva el concepto de comida de aeropuerto, tanto por su oferta, que será muy dinámica, como por su alta calidad, a la que contribuye trabajar con proveedores locales y de proximidad. En este nuevo club para disfrutones, los viajeros encontrarán una oferta gastronómica extraordinaria y sobre todo adaptada a ellos; totalmente diferente a cómo hasta ahora se ha comido en los aeropuertos.
Recetas para disfrutar
Recetas donde imperan el sabor y los contrastes, sin fronteras y con una oferta muy dinámica que cambiará constantemente. Una carta pensada para la gente que viaja y que se mueve por ese entorno de aeropuertos, y cuyos platos se podrán degustar en la barra o estarán disponibles para llevar. La propuesta variará en función del momento del día, ya sea para el desayuno, el brunch, el almuerzo o la cena, y ofrecerá también propuestas rápidas para llevar.
Dice Dabiz Muñoz, que “en el mundo XO no paramos de desarrollar ideas nuevas, siempre bajo nuestras propias reglas y códigos. Por mi ritmo de vida paso mucho tiempo en aeropuertos, conozco bien las dinámicas, el tempo, las prisas por no llegar y las horas muertas de un retraso. Viajo por los 5 continentes prácticamente cada año y llevo mucho tiempo estudiando cómo hacer algo que no se haya hecho nunca, una experiencia hedonista, dinámica y frenética con la calidad que nos imponemos nosotros mismos. Estoy muy feliz de que por fin este proyecto vea la luz».