El Gastronómico: Sergio Bastard y su apuesta por la exclusividad
El Gastronómico de Casona del Judío, que lidera Bastard, es un espacio privado en el que, además de degustar un menú, los comensales pueden hablarlo y comentarlo personalmente con el cocinero
Unas escaleras de piedra conducen a un salón abovedado donde aguarda una experiencia diferente: el chef desvela la historia de cada una de sus creaciones, mientras las termina de prepararlas frente a sus comensales. Eso es lo que se encontrarán los clientes en El Gastronómico de Casona del Judío, un espacio separado del restaurante que lidera Sergio Bastard, que se ha creado con el ánimo que los clientes sean atendidos como en casa y puedan interactuar con el chef.
Bastard, formado con Arzak y Torreblanca entre otros, quiere con este espacio dar rienda suelta a su creatividad delante de los clientes, testigos directos de la pasión con la que trata el producto, y abrir la puerta a que éstos comprendan a la perfección el significado de cada plato. Su cocina vanguardista -con un respeto absoluto por la materia prima- tiene como principal objetivo dar a conocer los sabores de Cantabria a través de pequeñas historias que se disfrutan con los cinco sentidos.
El Menú Gastronómico (82-85 euros) se desvela solo cuando el comensal está en la mesa con platos como los Guisantes con emulsión de alga codium, pistilata y flor de caléndula o el Canelón de berza y morcilla, extracto de berza y suero de mantequilla, creaciones en las que se da a conocer el amor del chef por las hortalizas, flores y hojas comestibles, que recoge de su propio huerto y de los alrededores, impregnadas todas ellas de aroma a mar.
Una combinación perfecta que se repite hasta llegar al postre. Aquí, Sergio Bastard trabaja con el maestro pastelero Antoine Latry, quien también explica a los comensales la historia de esas pequeñas obras de arte como Un paseo por el whisky, exquisito homenaje a Escocia.
El Menú Gastronómico se puede pedir maridado (por 20€/persona) y, por supuesto, también existe la opción de acompañarlo con uno de los vinos de la bodega. En cualquier caso, la experiencia siempre será excitante y única. Absolutamente imprescindible.