Dom Pérignon Vintage 2013 sutil e inspirador
Los cocineros Diego Guerrero y Carlo Cracco elaboraron un menú para destacar las virtudes del Dom Pérignon Vintage 2013.
El Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, próximo al río Alberche, un entorno de historia, legado y naturaleza, ha sido el escenario exclusivo elegido para presentar la nueva añada de Dom Pérignon. Los cocineros Diego Guerrero y Carlo Cracco se han unido para crear un menú único bajo la ambición de revelar las facetas de Dom Pérignon Vintage 2013.
Sadeck Berrabah, artista francés, diseñó para la ocasión una impactante coreografía. En la que 40 bailarines se cohesionan y mueven de forma geométrica creando un efecto de movimiento uniforme y armónico.
Burbujas y monjes
El Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, que guarda cierta similitud con la Abadía de Hautvillers, enclave donde empezó la historia de Dom Pérignon, ha sido elegido para acoger la experiencia rindiendo homenaje al lugar que inspiró a Dom Pierre Pérignon en su visión creativa.
Fundado en el siglo XII, es un lugar único en el que el tiempo y las personas han ido dejando sus huellas. En este entorno de concordia y silencio, convergen en armonía distintos estilos arquitectónicos: el estilo románico convive con la multiplicidad de una fachada barroca, un claustro renacentista y una bóveda gótica.
Al igual que Dom Pérignon Vintage 2013, este entorno destaca por su equilibrio, elegancia y justas proporciones. Convirtiéndose en el enclave idóneo para presentar dicha añada.
La cohesión como fuente de armonía para Dom Pérignon
Después de diez años de maduración, Dom Pérignon Vintage 2013 ha revelado su esencia: delicadeza, clasicismo absoluto y claridad elegante. Estos valores han servido como inspiración para los cocineros Diego Guerrero y Carlo Cracco. Para cumplir con el desafío propuesto por Dom Pérignon de alcanzar la armonía a través de un exclusivo menú a cuatro manos.
El resultado ha sido una propuesta que revela la belleza y balance perfecto de Dom Pérignon Vintage 2013. Tras explorar su ideal estético e intuyendo sus profundidades, Guerrero y Cracco han creado elaboraciones de sabor, forma y textura en respuesta a las cinco facetas del vino: precisión, intensidad, tactilidad, complejidad y mineralidad.
Maestro por muchos de la cocina contemporánea italiana, Carlo Cracco. El cocinero fuera de límites despierta pasiones con sus intrépidas combinaciones provecho de su ingenio, provocación, y visión imperecedera. Reconocido mundialmente por su labor con la trufa, Cracco aprendió en el Véneto, evolucionó junto a Alain Ducasse en Francia y triunfó en el Piamonte. Actualmente, lidera la vanguardia europea desde su restaurante homónimo milanés (*Estrella Michelin y Tres Tenedores).
Diego Guerrero es un genuino proclamador de libertad que interpreta la cocina a su manera en DSTAgE (**Estrellas Michelin). De formación bilbaína, desde su espacio, poco convencional, la alta gastronomía es casual, relajada y según él mismo, desprovista de corsé. Durante su trayectoria, ha hecho crecer su ecosistema con la incorporación de Dspeak, Dspot y Dpickle Room.
Para culminar la experiencia, Sadeck Berrabah, artista francés conocido por su enfoque innovador y creativo del espectáculo y por traspasar los límites de lo posible en el mundo de la danza, ha creado una coreografía única para la presentación. En ella, el coreógrafo reúne y cohesiona a 40 bailarines. Quienes, moviéndose conjuntamente, consiguen crear un efecto uniforme y armónico que evoca las calidades y facetas de Dom Pérignon Vintage 2013.