Lima en 15 mesas
Comer bien en Lima es Ley, hay tanto que probar y tantos lugares para disfrutarlo. A continuación, una selección de los que más nos gustan.
La gastronomía peruana vuelve a tomar impulso de la mano de jóvenes chefs y de la puesta en valor de las cocinas populares, como las de las picanterías, que salen a la palestra y ocupan un lugar importante en la escena local. Perú se reinventa otra vez como un caldero gigante al calor de un fuego que jamás se apaga.
CENTRAL
Pedro de Osma 301, Barranco.
centralrestaurante.com.pe
Lleva 10 años de vida y en 2018 se mudó a una casona de Barranco, refaccionada según diseño que conjuga tierra y madera, mármol, acero, piedra y enormes paños de vidrio. A la entrada se descubre un deshidratador solar y al fondo un purificador del agua que llevan a la mesa y con la que también cocinan en el restaurante tres veces elegido como el mejor de Latinoamérica en los 50 Best Latam y que figura entre los mejores del mundo.
Mientras los fuegos arden en la cocina, en el salón con mesas confeccionadas con incrustaciones de piedra, todo vale para probar el menú Alturas mater: mano, cuchara, tenedor, espátula. Algunos bocados parecen cuadros, como el cactus de tuna gelificada con cristales de huarango, camote y erizos; otros explotan de sabor en la boca, como el tartar de pato curado con yema rallada, crema de calamar y cebolla crocante; o el cabro con leche de cabra deshidratada y ollucos.
En el menú de 12 o 16 pasos cada plato encuentra su compañía líquida: vinos de Perú, América Latina, Europa, Australia y Sudáfrica que descansan en una nutrida cava. O cervezas artesanales. Macerados. Gin amazónico. Piscos. Mistelas. En cualquier caso, acuerdos que van como anillo al dedo a esta comida: una síntesis de paisajes, aromas, texturas. Perú y sus mundos sabrosos.
KJOLLE
Pedro de Osma 301, Barranco.
kjolle.com
Pía León abrió este restaurante en 2018, año en que los 50 Best Latam 2018 le otorgaron el premio a La Mejor Cocinera de Latinoamérica. Durante una década, Pía fue jefe de cocina de Central, de Virgilio Martínez, pero en Kjolle esta talentosa cocinera apuesta a un concepto más libre conjugando productos de costa, sierra o selva 100% peruanos abordados lejos del esquema de los ecosistemas y alturas que caracteriza a Central. La carta sintetiza gran parte de la biodiversidad de Perú. Entre los favoritos, la tarteleta de «muchos tubérculos», de masa crujiente, cubierta por una crema de papa y oca que sirve de apoyo sutil para un sinfín de láminas de ollucos. O el plato de conchas con pacae, extracto de lima y cacao, frescura, sabor, elegancia. Hay interesantes acuerdos con vinos regionales, cócteles, refrescos, cervezas artesanales y fermentos.
ASTRID & GASTÓN
Avenida Paz Soldán 290 Av. Paz Soldán 290, San Isidro.
astridygaston.com
Giro de 180 grados para la propuesta de Astrid & Gastón, el restaurante de Gastón Acurio e Ingrid Gutsche. En esta casona de Miraflores, con encanto e historia, las riendas de la cocina quedaron en manos de Jorge Muñoz, un chef con la mira puesta en el sabor, la nobleza de los productos, la estacionalidad y una impronta: la de la cocina norteña. El menú degustación de alrededor de 13 pasos ofrece variedad de delicias. Sutilezas, como el espárrago blanco con botarga y masato, o el cebiche. Intensidad de sabores, como el sudado, uno de los puntos más altos de la carta o el seco de jaiva. A la hora del postre, muy refrescante de higos, delicado, para comer por partida doble. Acompañan los platos vinos del mundo, destilados. Para el final final, la caja de chocolates de Astrid es una gran tentación de la que nadie se priva. La verdadera cajita feliz.
MAIDO
San Martín 399, Miraflores.
maido.pe
De sangre japonesa y corazón peruano, Mitsuharu Tsumura, “Micha”, propone una carta nikkei en su restaurante Maido (bienvenido, en japonés), con barra de sushi y tragos. Entraditas y principales rinden culto a las tradiciones niponas pero aplicadas a recetas y productos peruanos desde una perspectiva contemporánea. Sabores intensos y juegos de texturas se combinan en su menú. Como la torreja arequipeña preparada con técnica de tempura y flan y chupe, más crujiente. O el sudado con toques cítricos, algas. La carta de vinos reúne etiquetas del mundo, con perlitas como el blend de Albariño y Loureiro La Mar, Saltimbanco Sauvignon Blanc de Argentina. Pero también hay Kombucha, cervezas, sake para acompañar los platos que revelan la solidez gastronómica del chef.
LA MAR
La Mar 770, Miraflores.
lamarcebicheria.com/lima
Tres ideas fijas de Gastón Acurio dieron vida a La Mar: poner en el tapete la cocina marina, revalorizando los productos y el trabajo de los pescadores artesanales de su país; exaltar el cebiche, bandera del Perú, y crear el escenario tradicional para disfrutarlo, la cebichería, con su atmósfera bulliciosa y colorida, tan latinoamericana.
Después del Pisco sour de rigor, los cebiches, los mariscos o el pez diablo -frito y picantoso- jamás defraudan. Aquí sólo probará platos de un sabor y una frescura excepcionales. Como comerse el mar.
FIESTA
Av. Reducto 1278. Miraflores.
restaurantfiestagourmet.com
Héctor Solís estudió en Le Cordon Bleu pero dice que su madre fue su mejor maestra. Será por eso que en su restaurante, una casona en Miraflores reciclada con ingenio, sus platos tienen sabor a hogar. Su propuesta: cocina chiclayana, cebiches fríos y calientes, arroz con pato para chuparse los dedos. Unos 90 comensales ocupan sus mesas para probar su menú completo, nunca sin alguno de los vinos de su amplia carta. Fiesta, fiesta.
ISOLINA
Av. Prolongación San Martín 101, Barranco.
isolina.pe
José del Castillo rinde homenaje a su madre en este bodegón peruano donde la comida de toda la vida, todas las casas, se pone en valor. Entre los imperdibles, el escabeche de bonito, los guisos, el seco, acompañado de frijoles con arroz. José mantiene los «hits» en su carta, pero cada tanto sorprende con novedades. Sus platos vienen en porciones generosas, para compartir, aunque también hay medias porciones o un piqueo criollo. Isolina es un lugar de encuentro familiar y de amigos que quieren comer rico y pasarla bien.
MÓ BISTRÓ
Av. Angamos Oeste 1146, Miraflores.
mobistro-restaurant.negocio.site
En el ambiente acogedor de su local, Matías Cillóniz ofrece una propuesta de brunch y dos menús: el primero incluye sándwiches, como el chicharrón de cerdo o el de espárragos, huevo frito, Dijon y verdes. Buenas ensaladas y pastelería. El segundo, que cuenta para almuerzos y cenas, delata el interés del cocinero por la calidad y estacionalidad de las materias primas. Hay platos fríos, como el tartar de pescado con maca y arroz inflado, o calientes, como los porotos confitados con dátiles, macadamia, masato. A los postres, el merengado de guanábana y algarrobo es un must. Carta de vinos escueta y acertada, cerveza, cócteles y jugos.
MÉRITO
Jr. 28 de Julio 206, Barranco.
meritorestaurante.com
En este restaurante no hay despliegue arquitectónico ni fuegos artificiales, los cocineros venezolanos Juan Luis Martínez y José Luis Saume concentran su creatividad en la comida. La barra es el mejor lugar para ver el movimiento que esta dupla con vasta trayectoria en Perú y en el mundo despliega en los fogones.
El producto, lo mejor de cada temporada, aquí está en primer plano y se luce en el choclo a la brasa con queso llanero y ají amarillo; el pollo con mastuerzos, delicioso. O en las arepas con manteca de chicha de jora, y pesca del día o panceta. De los postres, no fallan la roca de chocolate, el flan y la chirimoya a la brasa con helado.
SIETE
Domeyer 260, Barranco.
reservas@sieterestaurante.pe
En FB: Restaurant Siete/
Ricardo Martins, ex cocinero en Rafael –de Rafael Osterling– abrió en 2018 Siete, un restaurante de cocina con impronta mediterránea y pinceladas orientales. Imperdibles las navajas a la plancha en vinagreta de vóngole y el tiradito de pesca del día con palta y salsa coreana a base de guindillas. Entre las pastas preferidas, figuran la arrabiatta y el spaguetti con pesto y navajas. Hay curry con cocona bien especiado, y un asado al horno para chuparse los dedos. Las porciones son generosas y conviene compartir
Buenos cócteles y postres: la torta de queso es cosa seria.
LA PICANTERÍA
Calle Santa Rosa 388, Surquillo.
picanteriasdelperu.com
Mesas compartidas, alegría ambiente, música capaz de levantar a un muerto y cocina del norte de Perú -especialmente de Chiclayo-. Así lo quiere Héctor Solís, un cocinero que resume sus raíces culturales en una propuesta de platos rotundos y porciones enormes. El seco de ossobuco, el rocoto relleno, los tallarines rojos con papa a la huancaína, la parihuela, los dulces -¡marche una ronda de picarones!-, los más populares. De beber: chicha de Jora, chilcanos -pisco, lima, ginger ale, jarabe de goma- y cerveza.
DON FERNANDO
Av. Gral. Garzón 1788, Jesús María.
donfernando.com.pe
Los hermanos Vera conocen al dedillo la gastronomía del norte de Perú y aquí le suman influencias marinas y algunos toques propios. El ambiente es el de un huarique convertido en sitio de culto donde se come peruano sin vueltas. La comilona puede empezar con una degustación de pisco sours acompañados por canchitas saladas. Seguir con un San Genaro, suerte de tiradito de lenguado, con cebolla, oliva, limón y ají limo. Y terminar con un arroz con conchas negras. Si llegan a los postres, no dejen de probar el dulce de higos con manjar.
CHEZ WONG
Enrique León García 114, Santa Catalina, La Victoria.
En FB: /ChezJavierWong/
Javier Wong, hijo de inmigrantes cantoneses, atiende en su casa, devenida desde hace años reducto gourmet donde recalan comensales de todo el planeta. Su fuerte: cebiches y saltados de lenguado que se han convertido en leyenda. No espere carta y tenga en cuenta que conseguir lugar no es fácil, aunque amigos y clientes fieles siempre tienen cabida. Autodidacta y temperamental, cuando está en vena puede ahondar en reflexiones sobre la cocina y la vida con sabiduría de pensador tan filoso como sus cuchillos. Un orgullo: que jamás le hayan devuelto un plato.
MAYTA
Av. Mariscal La Mar 1285, Miraflores.
maytalima.com
Ambientado en colores tierra (Mayta significa “Tierra Noble” en aymara), este restaurante garantiza cocina gourmet comandada por Jaime Pesaque. La propuesta combina texturas, sabores y aromas de la selva, de la costa, de la sierra y de su imaginación. Entre las entradas, no perderse el pan de camote con mantequilla casera; el cebiche amazónico elaborado con pesca del día, leche de tigre, jengibre, plátano, sacha cuklantro y ají charapita. De los principales, pedir el arroz meloso con navajas, panceta y huevo pochado o la sartén de pato. Hay mousse de chocolate con nibs de cacao, brownie y helado, y sorbetes de camu camu, aguaje, tumbo y lulo.
AL TOKE PEZ
Av. Angamos 886, Surquillo. También abrió otro local en Angamos 895 con el mismo concepto.
En FB: /Al-Toke-Pez/
Tomás ‘Toshi’ Matsufuji abrió en 2011 con su madre, artista plástica, un local de apenas 10 sillas, favorito de muchos que no dudan en hacer cola para probar sus platos. Pescados y mariscos del día, sazones y talento se alían en esta propuesta de cocina nikkei. En una pequeña pizarra, se anotan los platos del día: leche de tigre, cebiche de pescado o mixto, sudado y chilcano, chicharrón mixto y arroz con mariscos, cachete frito que está en carta los jueves y viernes. De beber, sólo chicha. Sabores intensos, buena materia prima y una relación calidad precio convierten a Ak Toke Pez en uno de los huariques de culto.
DE BUENA COCTELERÍA
Carnaval. Av. Pardo y Aliaga 662, San Isidro.
Bar inglés. Calle Los eucaliptos 590, San Isidro.
Mayo. Av. Pedro de Osma 301, Barranco.
TRADICIONALES
Juanito. Av.Almte. Miguel Grau 270, Barranco.
Queirolo. Av. San Martín 1090, Pueblo Libre.
CON HISTORIA
Hotel Maury. Ucayali y Carabaya. Aquí le agregaron claras al Pisco Sour
Cordano. Bar de 1905, declarado monumento histórico.