Mujeres en gastronomía: objetivo visibilidad
Más de un centenar de profesionales se unen para impulsar la visibilidad de la mujer en la gastronomía española.
Carol es jefe de cocina de Quique Dacosta; Silvia, sumiller y directora de sala en Mugaritz; Yolanda, Carito, Rebeca, Raquel, Begoña, María José, Estrella… dirigen sus restaurantes; Marta, investigadora en el CSIC; Rosalía y Nicoletta están al frente de sus propias empresas de exportación; Susana y Patricia tienen agencias de comunicación; Eva, Anabel y Rosa son productoras; Guillermina es editora, Ana librera; Pilar, Daniela, Raquel, Rosa, Cristina, periodistas; Silvia dirige una escuela de cocina… El objetivo de todas estas mujeres en gastronomía es favorecer su propia visibilidad en un sector que las minimiza y no facilita que ocupen el espacio que merecen.
Objetivos claros
Ayer más de un centenar de profesionales españolas se reunieron en Valencia para impulsar la visibilidad de la mujer en la gastronomía. En el encuentro, celebrado durante la feria Gastrónoma, ha servido para marcar objetivos y acordar las primeras medidas que afianzarán la visibilidad del trabajo de todas estas mujeres.
Por ejemplo, la creación de la primera base de datos completa y actualizada de mujeres de la gastronomía; la organización de grupos de trabajo por especialidades profesionales y ámbitos territoriales o el lanzamiento de una imagen de marca vinculada a los eventos, noticias, investigaciones o actividades en los que participen.
También la posibilidad de dar asistencia a través del gabinete psicológico jurídico de la escuela Altaviana a los casos de acoso o bulling. Silvia Corell, la directora del centro educativo, defendió que “La actitud es muy importante. Debemos de formar en actitud. Está en nuestras manos formar a las profesionales del futuro. Os animo a ser mentoras de mujeres jóvenes y trabajar con las escuelas. Tenemos que romper los techos de cemento que nos auto imponemos”.
En definitiva, sacar a la luz un enorme potencial que permanece invisible, en un ámbito de igualdad y fomentar una red de colaboración y sinergias que pueda impulsar nuevos proyectos empresariales, académicos o científicos liderados por mujeres.
El fin de las barreras
Purificación García Segovia, profesora de la Universitat Politècnica de València, expuso los resultados de la tesis doctoral “Barreras y facilitadores que enfrentan las mujeres en gastronomía”, único trabajo en su género. En ella se constata que de los 195 restaurantes con estrella Michelin de España en 2018, sólo el 10% están regentados por mujeres. Los cocineros consiguen mayor reconocimiento del público y financiación para sus proyectos, según este estudio, aunque no se constatan diferencias entre hombres y mujeres en la alta cocina cuando se trata de comparar habilidades o competencias. La conciliación es la principal traba para ellas.
Estas son algunas de las ideas que lanzaron las participantes y sobre las que se centrarán los grupos de trabajo.
La conciliación es uno de los hándicap que tenemos. Muchas no vemos compensado el sacrificio de no ver crecer a nuestros hijos.
Eva Pizarro (Sumiller. Profesora. Valencia)
Tenemos miedo y nos hacemos invisibles.
Muchas veces nos contemplamos pero no interactuamos.
Las redes sociales son una buena herramienta.
Iolanda Bustos (Cocinera. La Caléndula. Gerona)
El cambio empieza en uno mismo. No podemos estar toda la vida lamentándonos.
No podemos esperar a que la sociedad cambie. Tenemos que liderar el cambio. Hay que conocer cuales son las dificultades y buscar cuales son las oportunidades.
Guillermina Bravo (Editora. Montagud. Barcelona)
El miedo nos paraliza y así no avanzamos.
¿Quien decide por vosotras cómo vivir.
Yo no pongo lavadoras porque soy más rentable haciendo otras cosas?
La alta cocina tiene sus reglas o la coges o la dejas.
Begoña Rodrigo (Cocinera. La Salita. Valencia)
Tal vez lo peor sea la invisibilidad de la invisibilidad femenina.
Nadie se da cuenta de que somos invisibles, parece normal.
Silvia García (Sumiller. Jefa de sala. Mugaritz)
Tengo 24 años. No vengo del mundo de la hostelería.
Tengo 35 trabajadores en mi restaurante y damos 300 cubiertos.
Sé que lo que tenga que hacer lo tengo que hacer por mí misma.
Rebeca Toribio (Empresaria. Superchulo. Madrid)
El talento invisible desincentiva a las generaciones futuras
María José San Román (Cocinera. Monastrell. Alicante)
Competir con los hombres es difícil, no me siento apoyada de la manera que quería.
¿En lugar de buscar padrinos, por qué no buscamos madrinas?
Leslie Laos (Sumiller. Sucursal. Valencia)
Me he encontrado con gente que no quería trabajar con mujeres. Hay que hacerse valer. Nadie me puede parar porque tengo claro lo que quiero.
No podemos dejarnos intimidar.
Carolina Álvarez (Cocinera. Quique Dacosta. Denia)
Nos hace falta autopromoción y saber delegar
Lourdes Plana (Directora de Madrid Fusión. Madrid)
Es importante apoyar el trabajo de las mujeres. Conocernos y trabajar juntas. No solo somos invisibles en la alta cocina, sino en la cocina profesional en general.
María José (Cocinera. Lienzo. Valencia)
Las mujeres fueron expulsadas de los gremios.
No defendieron su espacio y perdieron sus trabajos. Eso no puede volver a pasar.
Rosa Tovar (Cocinera e investigadora. Madrid)
Deberíamos pararnos y pensar qué estamos haciendo mal.
La paja no siempre está en el ojo ajeno. ¿Hacemos todo lo necesario?
Oigo muchas quejas, pero no hacemos nada.
Tenemos que sentar un precedente para la próxima generación.
Chave Soler. (Empresaria. La ferrera. Valencia)
La gastronomía no es solo cocina. Vivimos en una sociedad muy machista. Y la conciliación es el gran problema. Las bajas de maternidad o para atender a la familia siempre las piden las mujeres.
Silvia Castelló (Empresaria. Nou Manolin. Alicante)
No puedo hablar mal de mis compañeros, tampoco de mis compañeras. Ellos me llaman y me piden recetas. Ellas nunca. Muchas veces preferimos a los clientes que a las clientas. Son más rentables, consumen más.
Pepa Muñoz (Cocinera. El Cuenco de Pepa. Madrid)
Tú misma tienes que creer en ti. Nadie puede ponerte límites.
Anette Abstoss. (Empresaria. Abstoss World Gastronomy. Barcelona)
En alta gastronomía tenemos que tener muy claros los objetivos. Nos dedicamos a trabajar y no a mostrar lo que hacemos. Lo que no se cuenta no existe.
Carito Lourenço (Pastelera. Fierro. Valencia)
No vale con ser mujer. Hay que mostrar lo que valemos. Tenemos que comunicar.
Eva Ballarín (Experta en Marketing. Madrid)
Yo vengo del mundo rural y fueron los hombres de mi familia los que creyeron en mí y me dieron alas. No creo ni en mujeres ni en hombres, creo en las personas.
Silvia Meléndez (Cocinera. La pitanza. Valencia)
Esfuerzo, sacrificio, voluntad… Llevamos 20 años de retraso, pero ahora es nuestro momento.
Rebeca Hernández (Cocinera. La Berenjena. Madrid)
¿Estamos haciendo todo lo necesario para estar donde queremos?
Un poco de autocrítica, por favor.
Susi Díaz (Cocinera. La finca. Elche)
Tenéis que comunicar para que nosotras lo contemos. Plantear estrategias de trabajo.
Rosa Rivas (Periodista. El País. Madrid)
Y después de esto ¿Cuál es el camino? ¿Por dónde hay que seguir? Cada una deberá fijar sus propios objetivos y trazar su estrategia. Para tener más datos y poder analizar la realidad, la Bullifoundation (a petición de GastroActitud) becará a una investigadora para que realice un trabajo sobre la la situación de la mujer en la gastronomía española, con el apoyo y colaboración de Ferran Adrià.
Cuchita Lluc, expresidenta de la Academia Valenciana de Gastronomía, que fue la encargada de organizar el evento y asumió la responsabilidad de seguir coordinando la iniciativa, afirmó «estamos en el principio de algo muy importante. Creo que ya no nos vamos parar».
Mujeres en la Gastronomía ha nacido en Valencia, pero se han propuesto varios foros para celebrar nuevos encuentros. Entre las próximas citas, el congreso Hospitality Innovation Planet (HIP) y San Sebastián Gastronomika 2019.
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No es un movimiento….es una realidad
Personalmente llevo 29 años en el Mundo de La Gastronomía, soy consciente de cada una de las piedras que he tenido y tengo actualmente.
Me uno!!!
Creo que las mujeres en la cocina siempre hemos tenido que desmostrar el doble; casa, hijos, dolores, etc….; y ya esta bien de estar a la sombra.
Somos heroinas de todo