Amante de los guisos y los sabores a fuego lento, el cocinero de El Bohío, que se hizo popular gracias a Master Chef, nos recomienda sus restaurantes preferidos para comer en plato hondo.


 

Ahora que hace frío y apetece comer calentito, descubrimos cuales son los platos de cuchara favoritos de Pepe Rodríguez y dónde los come.

Antes de que la tele  y Master Chef le hiciera famoso, Pepe Rodríguez Rey  (Madrid, 1968) ya era un excelente cocinero. Premio Nacional de Gastronomía, Cocinero del Año, una estrella Michelin desde 1999, su currículum y, sobre todo, sus platos, dicen mucho de él. Sabor, producto, tradición evolucionada, son palabras que definen perfectamente su forma de trabajar. Representa como nadie eso que se ha venido en llamar la “tercera vía culinaria”, es decir, creatividad asumible, conceptos y técnica culinaria actual puestos al servicio de la tradición. Y es que la suya es una cocina de raíces (manchegas y españolas) renovada, con mucha personalidad, sutil y elegante, pero también muy gustosa.

Le gusta mucho cocinar, le gusta comer y le gustan los guisos. Y los prepara: las lentejas con butifarra, el estofado de judías con rabo de cerdo, su versión de la sopa de ajo o la mítica ropa vieja y el caldo del cocido no faltan en su menú. Cuando puede -no tanto como él querría- y sale a comer por ahí, no duda en emplearse a fondo con la cuchara. Por eso le hemos pedido que nos diga cuáles son sus restaurantes favoritos para hacerlo. Pasen, vean, y vayan a probarlos. Estos son los platos de cuchara  favoritos de Pepe Rodríguez y los restaurantes donde le gusta comerlos.

Montes

Ctra. de Tembleque, 1. Villacañas (Toledo). Tel.: 925.160.205

Su recomendación: “las gachas, las de siempre o con bogavante, ¿y por qué no? Para regañar con la báscula”. Y es que es sin duda el plato más emblemático de este restaurante familiar de cocina manchega y tradicional. Un plato de pastores y campesinos, humilde y nutritivo, con la sencillez de la harina de almorta, los ajos, el aceite, el pimentón, la panceta y el chorizo; ni más ni menos. El secreto es freír la harina, removiéndola bien, y añadir el agua suficiente para que queden cremosas, ni espesas ni claras.

 

 

 

 

 

Casa Gerardo 

Ctra. AS-19, Km. 9. Prendes (Asturias). Tel.: 985.887797

Segunda elección: “La fabada de los Morán en Prendes. Sí ya sé que es un clásico. Pero es que han conseguido aligerar un condumio popular y rústico. Para repetir una y otra vez”. No podemos estar más de acuerdo con Pepe Rodríguez. Es-pec-ta-cu-lar. Un monumento en su simplicidad. Una delicia. Fabes sedosas, aterciopeladas (siempre son frescas, ya que en temporada, a finales de verano, las congelan para disponer de ellas todo el año), un compango de diez, suave, con el punto justo de humo, de pimentón. Sin una pizca de grasa, pero con todo el sabor, es un plato que sí o sí hay que pedir siempre en esta casa. Aunque hay muchas otras propuestas recomendables que Marcos Morán resuelve a golpe de imaginación y un producto de altísimo nivel. Un restaurante necesario. Como su fabada.

 

 

 

Asturianos 

Vallehermoso, 94. Madrid. Tel.: 915.335.947

Otra propuesta: “La sopa castellana o de ajo en Asturianos, casi tan rica como la de El Bohío. Lo peor de ir allí es aguantar a los hermanos. Pero por su madre, lo que haga falta”. Por sentido del humor, que no quede, y por buen gusto tampoco. Seguro que los “hermanos” (Alberto y Belarmino Sánchez, que junto a su madre, Julia Bombín, regentan este negocio familiar) están bastante de acuerdo. La sopa de ajo que prepara doña Julia, como ella dice, no tiene misterio: ajo, pan de pueblo, pimentón y agua. Y un huevo crudo sobre el plato hondo, que se escalfa con el calor de una sopa hirviente, recién preparada. Cocina genuina, de tradición y tasca ilustrada, de querencia asturiana, buenos productos, de guisos y sabor. Ahí están para demostrarlo también las verdinas, el pote, el morcillo estofado o, ya, en otro tesitura, los berberechos a la sartén, las sardinas marinadas y, siempre, su adictivo flan.

 

 

Sacha 

Juan Hurtado de Mendoza, 11. Madrid. Tel.: 913.455.952

A Pepe también le gustan, “las lentejas de los lunes en Sacha. Sí, no tienen nada y lo tienen todo. Una legumbre no tan apreciada o agradecida, pero que bien aliñada es un manjar”. Verdad irrefutable. Esta botillería y fogón –como reza en la puerta de entrada- es lugar de cita habitual de cocineros y gente del mundillo gastronómico, que valora como se merece la cocina de ese hombre polifacético que es Sacha Hormaechea. Con el trasfondo de la tradición (gallega, vasca, catalana, madrileña) concibe propuestas de indudable personalidad, modernas en conceptos, apetitosas, que siempre respetan y cuidan la materia prima. Entre sus incunables las ostras escabechadas, la tortilla manchada con jugo de chorizo, los berberechos, la ventresca con ibérico, el steak tartar… Y las lentejas estofadas.

 

Treintaitrés 

Pablo Sarasate, 7. Tudela. Navarra. Tel.: 948.827.606

No hay quinto malo: “menestra en el Treintaitrés de Tudela, la garguillou rústica y popular. Lo elemental puesto en valor”. Sin duda la que prepara Ricardo Gil en su restaurante navarro es la mejor de España. Una menestra contemporánea donde cada vegetal se cuece por separado el tiempo que necesita, ensamblándose después con un licuado de las propias hortalizas de las que se abastece a diario, siguiendo estrictamente la temporalidad. Elegancia en verde que huye de harinas y rebozados, pura delicadeza.

 

 

Y además cinco cocidos con la calidad como bandera

que por distintos motivos se desmarcan del resto…

¿Cuál es el mejor cocido madrileño?

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Raquel Castillo

Raquel Castillo

Periodista gastronómica. Hace 20 años que observa la evolución de la gastronomía española y lo cuenta a través de sus reportajes y entrevistas.

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