Ruta gastro por el Valle de Arán
Valle de valles, eso significa Arán. Un escenario de cuento, verde en verano, blanco en invierno, que ha sabido conservar su esencia: casas de piedra negra, iglesias románicas, campanarios de aguja… y la olla aranesa ¡Si vas a Baqueira sigue esta ruta gastro!
El valle de Arán es uno de los más hemosos del Pirineo. Un escenario de alta montaña que cautiva. Un rosario de pueblos diminutos (Salardú, Tredos, Garos, Arties, Baguerge, Les, Bossots…) cada uno con su iglesia y su propia historia. Si a eso le sumamos la gastronomía el cóctel es perfecto. Ahora que estamos en temporada de esquí una escapada a la estación de Baqueira Beret se puede combinar con una ruta gastro por el Valle de Arán.
El valle sigue el curso del río Garona que desemboca en Francia, pero el destino quiso que se vinculara con el Sur. A lo largo de la historia los araneses han una relación directa con las sucesivas casas reales de península, primero la de Aragón y después las de España. Fueron esos reyes los que les concedieron los fueros (Era Querimonia) y privilegios de los que hoy gozan. Eso les ha permitido preservar su cultura, sus tradiciones, sus instituciones y su idioma: el aranés, vestigio vivo del Occitano, la lengua culta de la época de Dante.
En Arties el museo del Valle de Arán, en la iglesia de Sant Joan d’Arties, para descubrir las peculiaridades de la comarca, desde la Edad Media hasta la construcción de la estación de esquí de Baqueira Beret a principio de los años 60 del siglo pasado, que contribuyó a relanzar económicamente el valle, vinculado históricamente a la ganadería (en sus laderas están los mejores y más grandes pastos del Pirineo) y la agricultura.
Comer en Baqueira
Comer en las pistas al sol es siempre un placer. Desde el sofisticado bar de Moët Chandon donde brindar con una copa de champán a los deliciosos bocadillos de sobrasada y queso brie del chiringuito Anna a la llegada del telesilla del Blanhiblar; o un chocolate caliente antes de subir al telesilla de Dossau, ambos en el sector de Beret, sin embargo la estación ofrece mucho más.
Cinco Jotas Grill
Cota 1800. Baqueira. Tel.: 973 63 90 01. Precio medio: 35-70€.
Para comer los mejores ibéricos mirando al Valle. El Cinco Jotas Grill es el lugar en el que todos los esquiadores quieren comer ¿Cómo ignorar un delicioso plato de huevos fritos con jamón ibérico por 15 € a 1.800 m de altura? La carta es de lo más apetecible: embutidos y carnes de ibérico en tapas y platos desenfadados. Siempre lleno, el servicio desbordado intenta mantener la sonrisa y atender a los comensales que entran por oleadas, aunque a veces es misión imposible.
La Fondue
Núcleo 1500. Hotel Val Neu. Tel: 973 63 50 00. Precio: 60-90 euros. Abre para cenas todos los días.
En la galería de comercial de Ruda, a la que llega el telecabina, se encuentra este restaurante decorado en madera al estilo de la montaña. También su oferta gastronómica es un homenaje a la cocina de las montañas alpinas, como ya indica su nombre. Las especialidades son la fondue (carne, queso, quesos del Valle de Arán…), la raclette y la pierrade (carne asada sobre una piedra) muy populares en las estaciones de esquí de Francia y Suiza. Lo mejor es que para la raclette utilizan piezas grandes de queso y no las de porciones pequeñas. Los embutidos de acompañamiento están bien y la cantidad de patatas es razonable. Tampoco defraudan las fondues, incluida la de chocolate. Apropiado para ir en grupo y con niños. Lo que no da la talla es el personal, a pesar de que el local pertenece a uno de los hoteles más lujosos de la estación.
Escornacabres
Edificio Val de Ruda, Baqueira. Tel.: 973 644 081. Precio medio: 20 euros.
Tiene el nombre de una de las pistas más temidas de Baqueira, pero que esto no engañe: ni da miedo, ni te vas a lastimar (el bolsillo). Con unos precios muy ajustados, el Escornacabres es una opción segura para muchos esquiadores cuando bajan de pistas. Los crepes son famosos entre los más pequeños y sus hamburguesas entre los veinteañeros hambrientos. Personal amable que intenta salvar la situación con una sonrisa cuando llegan las avalanchas de público, que no de nieve.
Comer en el Valle
Uno de los alicientes de esquiar en Baqueira es que cada noche se puede cenar en un pueblo diferente del valle. Todos están llenos de restaurantes abundando los de cocina aranesa y las pizzerias.
Pizzería La Estrellita
Carrèr Major, 16. Salardú. Tel.: 667 72 21 29. Precio: 20€. Cierra: martes. Sábados y domingos abre al medio día.
No es de extrañar que esta pequeña pizzería registre llenos diarios, y eso que dan dos turnos. Son simpáticos, amables y las pizzas están muy buenas. Además tienen pizza y pasta para celiacos. No están tan buenas como las normales, pero cumplen con creces. tienen más de 20 pizzas diferentes y si no encuentras la que te gusta puedes confeccionarla con tus ingredientes favoritos. Importante reservar con antelación, sobre todo los fines de semana. Para muchos (también para nosotros) es la mejor pizzeria del valle, a pesar de ser un sitio modesto y sin pretensiones. Para repetir y repetir.
Casa Peru
Carrer Sant Antoni s/n. Bagergue. Tel.: 973 64 54 37. Precio: 35-50 euros. Cierra: miércoles. Abre para comida y cena.
En el pueblo más alto del Valle de Arán sirven la que ellos mismos dicen que es la mejor tortilla de patatas de la zona y está considerada como una de las mejores de España. El secreto: fríen las patatas en un hogar de leña y eso les da un sabor especial. Sin embargo, una vez que te has aventurado a llegar a Bagergue, a 1.409 m de altitud, y has entrado en Casa Peru, merece la pena probar también sus platos de caza, las carnes a la brasa y el trinchat (repollo, patata y panceta). El local es de los más auténtico de la zona, conserva el espíritu montañés, cálido e informal y en él se reúnen grupos de amigos y familias al completo, lo que hace que en temporada de esquí esté a rebosar. Imprescindible reservar con antelación.
Eth Restilhè
Plaça Carrera, 2. Garós. Tel.: 973 641 539. Precio: 60-90 euros. Cierra domingos. Abre viernes y sábados mediodía.
Garós es uno de los pueblos más bonitos del Valle de Arán: tejados de pizarra, casas aranesas, calles estrechas que desembocan en prados, fuentes, cafeterías, bares y tiendas en los que perderse cualquier tarde de frío. Entre sus calles, escondido en una plaza, está Eth Restilhe. Una casa de comidas aranesa, encantadora y discreta perfecta para probar guisos araneses y embutidos caseros. La familia Sanllehy que lo regenta, desde hace 35 años, tiene restaurante y obrador donde elaboran sus embutidos caseros. Su olla aranesa sea probablemente la mejor del valle, pero las carnes tampoco se quedan atrás. Carlos Sanllehy, elige personalmente las piezas que lleva a la parrilla y las parte a la vista del comensal, en su pequeña cocina. El paté y los pimientos asados son obligatorios. De postre flan de huevo. Entre nuestros favoritos.
Casa Turnay
Carrèr Sant Sebastià, 2. Escunhau. Tel.: 973 64 02 92. Precio: 35-60 euros. Cierra: miércoles. Abre para comidas y cenas.
El local es tan acogedor y al entra huele tan bien que ya se abre el apetito. Especialidades típicas del valle como la olla aranesa y deliciosos platos de caza como el civet. Además, canelones rellenos de setas, carne estofada, col rellena o una estupenda sopa de cebolla. Para los que tengan mucho apetito, las carnes a la parrilla -que llegan en plato de barro caliente, con la consiguiente humareda- son una buena opción. Después de los postres, también caseros, llegan los chupitos de sus propios destilados. Un lugar al que siempre apetece volver por la calidad de la comida y la simpatía del personal.
Er Occitan
Calle Major, 66. Bossòst. Tel.: 973 64 73 66. Precio medio: 70-90 euros. Cierra lunes y martes. Todas las noches menos viernes y sábado.
Una propuesta diferente a la que ofrece el resto del Valle de Arán, que cada vez cuanta con más entusiastas y que está creando escuela. Marcos Pedarròs y Nuria Martínez hicieron una apuesta arriesgada pero certera: revisar la cocina occitana -no solo aranesa- desde la óptica contemporánea y añadirle algunos guiños de fusión. El resultado podría haber sido un desastre, pero no. Encontramos platos elegantes, muy bien compuestos, elaborados con productos del entorno ya que Er Occitan está vinculado al movimiento Slow Food. La oferta se estructura en dos menús (48€ y 68 €) que cambian según la temporada. Entre las propuestas más originales el salsifís a la carbonara con donja (Pnceta típica de la Seu de Urgel) y huevo a baja temperatura; sopa de queso Napoleón con papada asada y brioche embebido en sopa de cebolla; terrina a la plancha de morro y oreja de cerdo. La sutil forma de cocinar de Marcos se completa con los vinos, una carta de más de 100 referencias, bien seleccionados por Nuria Martínez.
Casa Luis
Av. deth Pas d’Arró, 29. Vielha. Tel.: 973 64 25 87. Precio: 15-25 euros. Abre todos los días de 6 de la mañana a 11 de la noche.
Si el pan fuera bueno serían unos de los mejores bocadillos de España. Aún así, la barra está crujiente y los rellenos son jugosos y buenísimos. Un surtido para todos los gustos, calientes y fríos, y si no te gustan los de la carta te lo preparan según tu elección. Ofrecen dos tamaños, pero con el pequeño ya se queda uno satisfecho (media barra), con el grande come una familia. En el bar, ruidoso y siempre animado también hay un menú del día de cocina casera a 10€. Una ganga si se tiene en cuenta que en este Valle de cuento nada es barato. No es de extrañar que se le conozca como «el rey de los bocadillos» Personal simpático y amable. Servicio rápido.
Para comprar
Quesería Tarrau
Bagergue. Teléfono: 604 116 176.
Es la quesería más alta del Pirineo, y los hermanos Tarrau, Oscar y Toño han seguido los pasos de su abuela Genoveva, que fue la primera que elaboró quesos. Emplean leche cruda que llega de Francia -en el Valle a penas queda ganado- y elaboran cuatro quesos, los tradicionales del Valle, de pasta dura (no prensada), que moldean con diversas formas y curan entre 3 y 6 meses después de restregarles la corteza a mano con vinagreta, una práctica típica del Valle. Es excelente su queso azul y el que llaman blanquillo, una suerte de Brie. La última innovación un queso con pasta de caviar que hacen en colaboración con Caviar Nacarii, empresa que cría esturiones en el Valle. Sobre las cavas de maduración -que se pueden ver a través de cristaleras- una pequeña tienda en la que venden directamente al público.
Delicatessen Juantxo
Carretera de Baqueira, s/n. Arties. 973 64 46 64.
Quesos, patés, embutidos, mieles, licores y demás delicias aranesas es lo que puedes encontrar en Delicatessen Juantxo. Una tienda de toda la vida con el encanto de los ultramarinos de antaño. Sus bocadillos son famosos, no encontrarás un pic-nic mejor para subir a las pistas. Antes de volver a casa, para llena el maletero: butifarras, longanizas, terrinas, mantequilla, quesos… la familia te lo agradecerá.
Gourmet d’Occitania
Camin Reiau, 2. Vielha. Tel.: 670 33 94 91
La tienda gourmet en la que conseguir muchos de los productos del restaurante Eth Restilhè. Los embutidos, que elaboran artesanalmente en el obrador contiguo y el resto de productos auténticamente araneses: mieles, zumos de manzana, cerveza, carnes o patés, son 100% naturales y con todo el sabor del Valle, de los productores locales con los que trabajan.
También se puede comer: buenísmos bocadillos, sopas y platos de embutidos.
Carnicería Los Franceses-Aunos
Carrer Clòses, 7. Vielha. Tel.: 973 64 12 67
Presumen de tener las mejores carnes de la zona que llegan de uno y otro lado de la frontera. Además magnificos embutidos artesanos, terrinas, patés y una estupenda selección de quesos franceses y españoles. También aves francesas de gran calidad. Es la carnicería con la que uno sueña cuando tiene que dar una fiesta: hay de todo y todo bueno.
Caviar Nacarii
Passeg dera Libertat, 14. Vielha. Tel.: 93 480 31 31
El río Garona, discurre por el Valle de Aran, en él crecen los esturiones de los que se obtiene el caviar Nacarii, nombre de la especie del esturión. En esta pequeña boutique, en el centro de Vielha, se puede adquirir el caviar en diferentes formatos y accesorios para su degustación. Ofrecen catas didácticas, maridajes con champán y visitas a la piscifactoría ecológica donde se crían los esturiones. Un pequeño capricho para disfrutar en el valle o llevarse a casa.
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