Susan Sarandon en el Murillo Café de Madrid
Susan Sarandon disfrutó de la gastronomía y el ambiente cultural del bistró madrileño, parada acertada para los visitantes del Museo del Prado.
Murillo Café, el emblemático bistró situado junto a la Puerta de Murillo del Museo del Prado, ha vuelto a ser el centro de atención con la visita de la actriz Susan Sarandon. Conocida por su amor al arte y la cultura, Sarandon no quiso perder la oportunidad de disfrutar de este icónico establecimiento en el corazón del barrio de Los Jerónimos.
Una parada obligada
Desde su fundación en 1927, Murillo Café ha sido un punto de encuentro para locales y turistas que buscan una combinación perfecta de gastronomía y cultura. Su ubicación privilegiada, justo al lado del Museo del Prado, lo convierte en una parada ideal antes o después de una visita a la pinacoteca. Con un horario non stop, los clientes pueden disfrutar de una amplia variedad de opciones gastronómicas a cualquier hora del día. Ya sea en su barra, salón o terraza.
Eliza Arcaya, la talentosa mujer detrás de la propuesta gastronómica de Murillo Café, ha diseñado un menú que celebra la riqueza culinaria de España y combina sabores tradicionales con influencias internacionales. Platos como el tartar de salmón, rollitos vietnamitas, solomillo de vaca gallega o los Fagotti a la Trufa Negra con Grana Padano Reserva, son solo algunos ejemplos de la oferta culinaria.
Murillo Café no solo es un lugar para disfrutar de buena comida. Es también un epicentro cultural donde se pueden encontrar personalidades del ámbito artístico, cultural y social. Entre sus visitantes se cuentan figuras como Michelle Obama, Alec Baldwin y los músicos Juanes y Carlos Baute. La reciente visita de Susan Sarandon subraya aún más el atractivo del establecimiento.
El atractivo del bruch
Durante los fines de semana, Murillo Café, con su ambiente acogedor y desenfadado, se convierte en un punto de referencia para los amantes del brunch. Platos como los huevos benedictinos, los bagel de salmón y aguacate y los gofres caseros se han convertido en los favoritos de muchos. Convirtiendo el brunch en una tradición muy querida en el barrio de Los Jerónimos.